Nocturnos de Kazuo Ishiguro
Anagrama
256 páginas
MI OPINIÓN
Los que aterrizasteis en este asteroide hace tiempo sabéis que no suelo leer relatos. En contadas ocasiones suelo acercarme al género. No suelo disfrutar del mismo porque siempre me quedo con la sensación de no haberme sumergido en la historia lo suficiente. Por eso sólo leo libros de relatos de temáticas que me encantan o de autores con los que tengo ese afán completista de leerme todo lo que hayan escrito. Nocturnos está dentro de los de este último grupo. Kazuo Ishiguro me enamoró con Nunca me abandones y desde entonces se convirtió en uno de mis autores favoritos, de esos de los que quiero leer todo poco a poco.
La colección se compone de un conjunto de cinco piezas, todas ellas unidas por algo en común y es que parece que el nexo de unión entre los relatos de Nocturnos es la música. Las cinco historias giran en torno a músicos o miembros de la industria de la música. Quizá también les una un cierto halo de decadencia, de fin de algo, de, como dice la portada, crepúsculo.
Lamentablemente, no ha habido excepción en este caso. No he disfrutado de Nocturnos. Salvo el primero de los relatos, titulado El cantante melódico, que sí ha conseguido despertar mi interés por sus personajes y por saber lo que se me contaba con tanta delicadeza y con tantos silencios, los demás me han dejado bastante indiferente.
Me pegué la mayor parte de la lectura con la sensación de que no estaba sabiendo interpretar los sentimientos que movían a los personajes, que no estaba leyendo entre líneas, que no estaba escuchando lo que a gritos me contaban los protagonistas con esos silencios de las cosas que no se terminan por decir. Y odio esa sensación.
No he disfrutado de Nocturnos, dejando claro que no me gustan las historias cortas porque me hacen difícil empatizar con sus personajes, por cuya suerte no termino de interesarme, pero, como de ilusiones vive el hombre, seguiré intentándolo cuando se trate de uno de esos autores que están en mi lista de importantes. Quién sabe, quizá alguno lo consiga.
Besos
Vaya, qué pena. Yo aún tengo pendiente Nunca me abandones. El proximo de Kazuo seguro que lo disfrutas.
ResponderEliminarUn beso!
Lo de los relatos yo también lo llevo mal, se me quedan cortos y el que pueda llegar a gustarme me crea esa sensación de que de ahí salía una buena novela.
ResponderEliminarBesos
Me gusta leer relatos, pero leyendo tus impresiones, no creo que me anime con éstos. Prefiero leer antes Nunca me abandones, que la tengo aún pendiente.
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo a los relatos me he aficionado hace poco y ahora ya caen 2 o 3 antologías al año...pero de momento no me apunto ninguna porque tengo ya varias esperando en casa xD
ResponderEliminarUn beso!
Es una pena que no lo hayas disfrutado. Yo tampoco soy lectora de relatos, como te pasa a ti es difícil que me lance a este tipo de lecturas. Besos.
ResponderEliminarEs de los poquitos que me faltan del autor y creo que es por la temática, dentro de que el terror me gusta, a este hombre lo encuadro más en el sentimentalismo
ResponderEliminarBesos
A mí Ishiguro me conquistó para siempre con "Lo que quede del día", pero sobre todo porque me parece un autor super británico y reconozco en él (seguramente me equivoco) todo el bagaje literario británico que tanto me gusta. Y cuando he visto que lo reseñabas, y el subtítulo tan bonito de esta antología de relatos (cinco historias de música y crespúsculo) aquí que me he venido a leerte. No pasa nada si no has disfrutado tanto esta vez con el autor como cuando lees alguna de sus novelas, todos tienen sus altibajos y sus experimentos, como los tenemos los lectores, ¿verdad? Seguro que a la próxima novela te reconquista. Yo tengo pendiente en casa "El gigante dormido", ya te contaré. Besos.
ResponderEliminarUy, Carla, la literarura japonesa y yo no nos llevamos bien. Leí muy pocos títulos de autores del país del sol naciente, pero su lectura se me hizo interminable. Y si no has disfrutado con Nocturnos, seguro que abandonaría su lectura a las pocas páginas. Besos.
ResponderEliminarYo si que a veces leo relato. No necesito empatizar con los personajes para disfrutar algo pero estos no me acaban de llamar.
ResponderEliminarQuizás no sea cuestión de los relatos, sino de la forma de contarlos. ¿Puede que Ishiguro no haya acertado esta vez? A mí, sin embargo, me has despertado las ganas con ese hilo musical que dices que les une. No sé no sé. Me lo pienso, ¿vale? Abrazos.
ResponderEliminarVaya. Yo sí soy de relatos, así que me lo anoto por si me encarta leerlo. Un beso!
ResponderEliminarYa sabes que me ocurre como a ti, no me van los relatos precisamente por eso, porque no logro entrar en ellos, necesito más tiempo, más extensión y encima me suelo quedar con cara de idiota, en plan de algo no me he enterado.
ResponderEliminarBesos.