El ángel negro | John Connolly

 

El ángel negro de John Connolly

Tusquets

576 páginas

MI OPINIÓN

Si os pensabais que este 2021 no iba a haber más Connolly, estabais muy equivocados. Hasta que Rocío de Cazando Estrellas no publique su reseña, no paro. Puede que ni entonces lo haga.

El último de los libros que había leído de Charlie Parker, Más allá del espejo, me había dejado un poco fría, pero si es cierto que he notado cierto cambio en esta nueva entrega. En este libro lo paranormal se hace más presente y adquiere más importancia. Sin embargo nunca he tenido la sensación de que se le escapara de las manos al autor, tratándolo con seriedad y sin caer en la ridiculez.

Una prostituta ha desaparecido, Charlie sabe que no hay mucho que hacer ya por ella, pero ser familiar de quien es, lo empuja a embarcarse en un caso con un gran costo personal. El ángel negro nos descubrirá un argumento que se pasea por temas como el arte arcano, la leyenda de una estatua de plata, sectas y profanaciones de iglesias. Y hasta aquí puedo leer, porque la trama personal de Bird ha cogido carrerilla y todo lo que pueda decir os estropeará su lectura.

Una vez más me ha encantado Connolly, en esta ocasión además el tema de fondo estaba muy trabajado y me resultó de lo más interesante. La ambientación, la manera de contar y el humor especial de Charlie siguen siendo los puntos más fuertes de esta serie que ha conseguido obsesionarme como hacía mucho tiempo que no me pasaba.

Si un autor consigue tenerme hasta la una de la madrugada leyendo teniendo que madrugar al día siguiente, creo que no hace falta que añada nada más. Sí, el mes que viene otra entrada más de Parker.

Besos

Picnic en Hanging Rock | Joan Lindsay

 

Picnic en Hanging Rock de Joan Lindsay

Impedimenta

320 páginas

MI OPINIÓN

Hace ya un par de años que participo en la iniciativa de Libros a ciegas de la librería El bosque de la maga colibrí. Las libreras te hacen llegar una serie de preguntas y según tus respuestas te mandan una lectura, como una especie de recomendación virtual. La primera vez que participé me mandaron un ejemplar de Picnic en Hanging Rock y hasta principios de enero estuvo durmiendo el sueño de los justos en mi librería. Os cuento si fue un acierto  o no.

Es San Valentín y las alumnas del internado Appleyard se preparan para ir de excursión a uno de los parajes más sobrecogedores de Australia, Hanging Rock. Se mueven con esa excitación que marcan los grandes planes que nos hacen salir de la rutina, pero lo que no saben es que sus vidas nunca volverán a ser las mismas.

Después de la comida, cuatro alumnas deciden tratar de ver un poco más de cerca la majestuosidad del paraje, algunas de ellas nunca más serán vistas. Y esto que podría dar para un libro es sólo el inicio de Picnic en Hanging Rock que, partiendo de esta misteriosa desaparición, nos narra como las Moiras van tejiendo los hilos que conforman las historias inquietantes de todos aquellos que de una manera u otra participaron ese soleado día y las consecuencias de este terrible hecho.

Joan Lindsay escribe un relato sugerente, con una ambientación formidable, que nos lleva entre lo tenebroso y lo misterioso consiguiendo una trama que me tuvo ganada desde el minuto uno. Comprendo que se haya convertido en un clásico de la literatura. Magníficamente trazado y escrito no puedo mas que recomendarlo encarecidamente. La edición espectacular de Impedimenta es un plus. Me encantó también descubrir que aun hoy en día se discute si la historia que nos narra está basada en hechos reales o no, duda alimentada por la propia autora en el prólogo, convirtiéndose así en una leyenda en sí misma.

Por ello concluyo que en esta ocasión mi cita a ciegas fue todo un éxito. Se nota el mimo y el tacto que sólo tienen los libreros para elegir una nueva aventura a un lector. Muy recomendable la experiencia.

Besos

Ana la de Avonlea | L.M Montgomery

 

Ana la de Avonlea de L.M. Montgomery

Toromítico

328 páginas

MI OPINIÓN

Hay que ser cuidadosa con el libro que eliges para estrenar el año nuevo, y en este caso Teresa y yo decidimos que Ana era la mejor de las compañías para hacerlo. Hacía mucho que habíamos leído y disfrutado de Ana de las Tejas Verdes y ya era hora de continuar con su historia. He de reconocer que Teresa me contagió sus temores de que al haber crecido, ya no fuera la misma, que hubiese perdido encanto y frescura. Pero Ana no defrauda.

Volvemos a Avonlea a recoger a Ana en el mismo punto en que la dejamos. Una jovencita de 16 años que se va a hacer cargo de la escuela municipal. Pronto me di cuenta que seguía siendo mi vieja amiga, con la misma predisposición para el desastre, para soñar despierta y para hacer alarde de una imaginación sin límites.

A los personajes ya tan queridos, se suman otros que también se han ganado mi corazón. El viejo gruñón Sr. Harrison y su inseparable malhablado loro, los mellizos Davey y Dora, que tras quedarse huérfanos vienen a revolucionar (más el terremoto de Davey que Dora) la tranquila Tejas verdes, el pequeño y soñador Paul Irving, una auténtica alma gemela de Ana y la Sra. Lavender, esa princesa encantada.

Ana está comprometida con todos sus proyectos, la escuela, la educación de los mellizos y la Sociedad de Fomento de Avonlea que tiene como finalidad mejorar estéticamente el pueblo y de la que nuestra heroína es fundadora, pero ello no le impide seguir viendo la vida de esa manera tan poética y particular que tiene de hacerlo. Porque como ella dice, se vive mejor en poesía que en prosa.

En esta ocasión dejamos a Ana, cerrando la etapa de su niñez, convirtiéndose en mujer y descubriendo que el amor se abre paso de las maneras más insospechadas, a veces, incluso en silencio. Me dio mucha pena despedirme de nuevo. Quiero volver pronto a saber de ella,  a lo mejor ha cambiado, pero en esencia no lo habrá hecho mucho.

Leer a Ana es adentrarte en el pueblo de Avonlea y quedarte a vivir en él. Que bien poseer todavía una buena dosis de imaginación para hacerlo "realidad".

Besos

Un artista del mundo flotante | Kazuo Ishiguro

 

Un artista del mundo flotante de Kazuo Ishiguro

Anagrama

220 páginas

MI OPINIÓN

Leer a Kazuo es volver a casa. Y eso es lo que necesitaba para cerrar el extraño 2020, abandonarlo con el mejor sabor de boca posible. Quizá Un artista del mundo flotante es el libro más diferente que he leído de Ishiguro, ese autor que siempre consigue sorprenderme.

Masuji Ono, uno de los artistas más influyentes de su época nos narra en primera persona la realidad social de Japón después de la Segunda Guerra Mundial. Un país devastado, que se trata de levantar, literalmente, sobre sus cenizas, abrirse a Occidente y asumir los errores del pasado. Ono es consciente de éstos y su implicación en la derrota de su país, y ello le consume al darse cuenta de que esos fallos que fueron cometidos con toda la buena fe del mundo, pueden afectar a su hija y al futuro matrimonio de la misma. Durante el lapso de tiempo que duran las negociaciones para ese enlace matrimonial nuestro protagonista echa la vista atrás para hacer frente a un pasado glorioso, aceptar sus errores y perdonarse por los mismos, mientras asiste a un cambio total de paradigma y se va construyendo un mundo que le es del todo ajeno.

Un artista del mundo flotante habla del pasado, de la aceptación del mismo, de la culpa, la traición, el perdón, la vergüenza y, en cierto punto, la nostalgia por un mundo que ya no es el mismo y de lo que pudo llegar a ser.

Una vez más, Kazuo me ha encantado, es el mejor cierre de año lector que pude tener y desde luego ya hay más libros del que es uno de mis autores favoritos en casa. A los que, como a mí, no os entusiasme la literatura oriental, no os preocupéis porque no es el estilo de este escritor, que aunque tiene origen japonés, es británico y su estilo de escritura se aleja de la asiática.  

Besos