Ana la de Avonlea de L.M. Montgomery
Toromítico
328 páginas
MI OPINIÓN
Hay que ser cuidadosa con el libro que eliges para estrenar el año nuevo, y en este caso Teresa y yo decidimos que Ana era la mejor de las compañías para hacerlo. Hacía mucho que habíamos leído y disfrutado de Ana de las Tejas Verdes y ya era hora de continuar con su historia. He de reconocer que Teresa me contagió sus temores de que al haber crecido, ya no fuera la misma, que hubiese perdido encanto y frescura. Pero Ana no defrauda.
Volvemos a Avonlea a recoger a Ana en el mismo punto en que la dejamos. Una jovencita de 16 años que se va a hacer cargo de la escuela municipal. Pronto me di cuenta que seguía siendo mi vieja amiga, con la misma predisposición para el desastre, para soñar despierta y para hacer alarde de una imaginación sin límites.
A los personajes ya tan queridos, se suman otros que también se han ganado mi corazón. El viejo gruñón Sr. Harrison y su inseparable malhablado loro, los mellizos Davey y Dora, que tras quedarse huérfanos vienen a revolucionar (más el terremoto de Davey que Dora) la tranquila Tejas verdes, el pequeño y soñador Paul Irving, una auténtica alma gemela de Ana y la Sra. Lavender, esa princesa encantada.
Ana está comprometida con todos sus proyectos, la escuela, la educación de los mellizos y la Sociedad de Fomento de Avonlea que tiene como finalidad mejorar estéticamente el pueblo y de la que nuestra heroína es fundadora, pero ello no le impide seguir viendo la vida de esa manera tan poética y particular que tiene de hacerlo. Porque como ella dice, se vive mejor en poesía que en prosa.
En esta ocasión dejamos a Ana, cerrando la etapa de su niñez, convirtiéndose en mujer y descubriendo que el amor se abre paso de las maneras más insospechadas, a veces, incluso en silencio. Me dio mucha pena despedirme de nuevo. Quiero volver pronto a saber de ella, a lo mejor ha cambiado, pero en esencia no lo habrá hecho mucho.
Leer a Ana es adentrarte en el pueblo de Avonlea y quedarte a vivir en él. Que bien poseer todavía una buena dosis de imaginación para hacerlo "realidad".
Besos
Me apetece mucho este libro, que el anterior lo disfruté un montón. Así que me alegra ver que, aunque más mayor, seguimos disfrutando con Ana.
ResponderEliminarBesotes!!!
Madre mía, solo pensar en la de años que hace que leí Ana de las Tejas Verdes me da vértigo. Me alegro de que lo hayáis disfrutado tanto.
ResponderEliminarBesos
Pues yo no he leído Ana de las tejas verdes y me parece increíble. Verte disfrutar tanto me anima pero claro, ahora quiero el ilustrado de Edelvives y vale una pasta.
ResponderEliminarUn beso
No he leído nada de Ana pero hace siglos que ando detrás de ella. Me apetecen un montón estos libros, estas historias, que seguro que me van a hacer soñar. A ver si algún día me pongo. Por cierto, si hablas con Teresa envíale mis mejores deseos para su padre, y un beso grande para toda la familia. Besos a ti también.
ResponderEliminarTengo en lista de espera Ana de las Tejas Verdes, por lo que si se cumplen las expectativas, espero continuar con una serie de libros que sigue teniendo fieles seguidores. Por tu reseña, está muy claro que disfrutas con este personaje. Besos.
ResponderEliminarPues Santa me trajo la edición preciosísima de "Ana de las Tejas Verdes" que sacó a finales del año pasado Edelvives, sí la ilustrada, y tu reseña me recuerda las ganas que tengo de hincarle el diente. Después ya te cuento si sigo con sus aventuras. De lo que estoy segura es de que la prosa de Lucy Maud Montgomery me encanta, porque leí hace tiempo "Valancy Stirling o El Castillo Azul" (que te recomiendo muy fuerte porque estoy segura de que te encantará) y me quedé enamorada de todo: personajes, estilo, ambientación, paisajes, trama... Qué feelgood era esta señora. Besos.
ResponderEliminarLo tengo esperando su turno en la edición que comenta Mónica y en otra más cómoda de llevar encima. Y creo que no me defraudará de adulta tampoco. Un besote!
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