lunes, 27 de junio de 2016

El cuento número trece | Diane Setterfield



El cuento número trece de Diane Setterfield
Editorial Lumen 
480 páginas

MI OPINIÓN

Esta semana se celebra la semana del audiolibro. Hace ya tiempo que varios booktubers de habla inglesa que sigo utilizan este sistema de lectura, y a mi me picaba la curiosidad por saber si iría conmigo, si me gustaría la experiencia y si serían atractivos a la hora de ser escuchados, por eso, cuando me propusieron colaborar en esta semana con el envío de un audiolibro, dije si sin dudar y elegí El cuento número trece de Diane Setterfied que llevaba años entre los libros de mi lista y al que tenía muchas ganas. Así que gracias a Penguin Random por el envío.

Margaret Lea es una joven que regenta una librería de segunda mano y libros raros o de colección junto a su padre, además, y como hobby se dedica a publicar biografías de escritores fallecidos por los que inexplicablemente siente una gran atracción. Es una joven introvertida, marcada por un suceso en su pasado que la ha acompañado desde que lo descubrió. Un día recibe una carta de la escritora Vida Winter, autora archiconocida en Reino Unido, pidiéndole que escriba su biografía donde le contará toda la verdad sobre su vida. Vida marcada por un gran secretismo que ningún periodista ha sido capaz de desentrañar. ¿Quién es Vida Winter? ¿es su nombre real? ¿De dónde proviene? ¿Qué secretos guarda?

Margaret se instalará en la casa de Vida donde como buena cuenta historias nos trasladará al inicio de su historia, pero, tal y como ella nos explica, la historia de uno mismo no se retrotrae a su nacimiento si no que bebe de raíces mucho más profundas. Nos contará así la historia de los Angelfield íntimamente unida a su mansión. A través de las sucesivas reuniones y con las propias investigaciones de Margaret la autora irá arrojando luz en la vida de la señora Winter, desde su infancia, cuando todavía era Adeline March y jugaba con su gemela Emmeline, una niña especial, dócil y con una sensibilidad especial.

El cuento número trece es una novela gótica, bebiendo de influencias como Jane Eyre, Cumbres borrascosas o La dama de blanco, obras que son nombradas en varias ocasiones a través de sus páginas, nos encontramos ante una historia llena de misterios, secretos y fantasmas, y lo hace con un ritmo muy bien trazado, pero no por ello abandona el buen hacer de la prosa. Consigue ser un bestseller sin perder la calidad en la escritura.

Diane es una autora atmosférica, siendo este uno de los puntos fuertes de la lectura. A través de los recursos típicos de las novelas góticas nos traslada a un ambiente lúgubre, en ocasiones con ciertas notas de terror que nos envuelve y consigue que nos metamos perfectamente dentro del misterio que envuelve tanto a Vida como a Margaret.

Además, como ya he comentado El cuento número trece es un libro sobre libros, son varios los que se nombran e incluso se utilizan a lo largo del mismo y que por supuesto te entrarán ganas de incluirlos en tus listas.

En cuanto a la experiencia del audiolibro en sí, siendo sincera, dos de mis grandes temores eran que la grabación fuera mala, uno no quiere que un ordenador o alguien haciéndose pasar por uno le narre un libro. Y dos, que no fuera capaz de permanecer atenta a lo que escuchaba por distraerme con otras cosas. 

En cuanto a lo primero, El cuento número trece está narrado por Maria Luisa Solá y Esther Solans. Que haya dos voces se agradece, así es mucho más fácil situar a ambas protagonistas, ya que una narra la parte escrita por Margaret y la otra nos traslada la parte de las confesiones de Vida. Pero además, y lo que más me sorprendió, es la capacidad de ambas para moldear y hacer inflexiones con la voz a la hora de hablar como otros personajes que aparecen en la historia, de manera que se hacen totalmente reconocibles y en ningún momento causan la confusión del lector. La dicción es perfecta, se nota que son profesionales del doblaje.

Y en cuanto a lo segundo, me quedo con la duda de si dependerá de la lectura en sí (duda que resolveré más pronto que tarde) pero en ningún momento me perdí en distracciones externas y os aseguro que lo he llevado andando por la calle. Eso si, con una cara de intensa y de "oh dios mío, esto no me lo esperaba" digna de foto. Así que la experiencia ha sido muy grata.

No creo que los audiolibros hayan venido a sustituir a los libros físicos, igual que no lo han hecho los digitales, pero sí creo que son un complemento perfecto, sobre todo para esas personas que nos encanta exprimir al máximo el escaso tiempo libre que tenemos y que encima nos mareamos en el transporte público, pudiendo aprovechar estos trayectos para seguir haciendo uno de nuestros hobbies preferidos, leer. Personalmente he quedado encantada.

Besos

lunes, 20 de junio de 2016

Cuatro muertos más para el desierto | Christopher Pollinini



Cuatro muertos más para el desierto de Christopher Pollinini
Editorial Áltera
396 páginas

MI OPINIÓN

No se cómo llegó este libro a mi. Y no es porque tenga mala memoria en cuanto al momento en que entró en mi vida si no que de repente un día abrí un paquete de un libro que no esperaba en absoluto y allí me encontré Cuatro muertos más para el desierto. Llamadme superficial, pero vi la portada y me dio algo de pereza. Estoy convencida que me encuentro este libro en las estanterías de mi librería y no le hubiese dado la vuelta para leer la sinopsis. Esta no pintaba mal, pero aun así se quedó en el montón de libros por leer esperando su turno. Este le llegó hace unos meses y es curioso como a veces los libros te dan una lección, pues, aunque no es la novela negra de mi vida, puedo decir que Cuatro muertos más para el desierto me dejó un buen sabor después de su lectura. Muy entretenido.

Alberto Correa despierta en medio de la nada con dos disparos. En principio no recuerda quiénes ni por qué le han atacado, pero de repente es consciente de que toda su familia corre peligro. El peligro parece provenir de unos sucesos que pasaron en el pasado de Alberto en el Sahara. Comienza así una novela con buen ritmo que nos trasladará a varios escenarios entre los que encontramos el barrio del Raval en Barcelona, Canarias y el Sahara, estos dos últimos enclaves no tan manidos en las novelas.

Cuatro muertos más para el desierto se construye a través de dos líneas temporales. Una en Barcelona y el Sahara de 1975, justo durante la Marcha Verde. Y en segundo lugar la actualidad donde Tomás Correa, el hijo de Alberto tratará de  encontrar la verdad de lo que le ha pasado a su padre, conocer los entresijos de la vida de su progenitor y qué es lo que le ha llevado a ser atacado mediante unos disparos. Tomás no está preparado para lo que va a descubrir.

Christopher maneja muy buen ritmo en ambas líneas temporales, y que curiosamente no me ha hecho preferir una de ellas como de normal me sucede. En este caso tanto la trama del pasado como la del presente atrapan al lector haciéndole querer avanzar para entender lo que está pasando.

En cuanto a la historia de fondo el hecho histórico en que se centra me ha parecido muy interesante, nunca había leído sobre la Marcha Verde y el Frente Polisario, y las distintas conexiones, así que me ha gustado saber más acerca del mismo, además de parecerme original por no estar excesivamente trillado en la literatura, que a veces tengo la sensación de que termino leyendo siempre sobre los mismos periodos históricos y con el mismo enfoque. Así que en ese sentido ha sido un soplo de aire fresco.

En cuanto a los personajes, quizá es lo que más flojo he encontrado, no los he notado carismáticos, de hecho, Tomás, me ha llegado a cansar en según que situaciones y me ha parecido algo plano, le ha faltado fuerza. Y lo mismo me ocurre con Alberto, me quedé con la sensación de que podría haber sido mucho más de lo que fue.

Por otro lado también he encontrado algunos pequeños fallos de edición que podrían resolverse con una corrección.

En definitiva, Cuatro muertos más para el desierto es una novela negra que pese a sus fallos avanza a buen ritmo y resulta entretenida. Destaca la documentación del autor sobre sucesos pasados no tan utilizados en la literatura. Y merece mención especial el final que personalmente me pareció un buen giro de trama. Ideal para la época estival.

Besos



lunes, 13 de junio de 2016

La maniobra de la tortuga | Benito Olmo


La maniobra de la tortuga de Benito Olmo
Suma de letras
360 páginas

MI OPINIÓN

No había leído nada de Benito Olmo, aunque se que a muchas personas su anterior novela les gustó, por eso me adentré con curiosidad a La maniobra de la tortuga, una novela negra que contaba como padrino nada más y nada menos que a César Pérez Gellida.

Manuel Bianquetti es un policía desterrado a la comisaría de Cádiz por unos hechos que ocurrieron en Madrid hace un año y que se nos desvelará a lo largo de la novela. Atormentado y relegado por sus compañeros empezará a descuidar su vida y su trabajo, hasta que Clara aparece brutalmente asesinada, es entonces y cuando ve la incompetencia de los demás miembros de la comisaría, cuando decidirá hacerse cargo de la investigación al margen de todo y de todos tratando de llegar hasta el final cueste lo que cueste.

Por otro lado tenemos a Cristina, una superviviente del maltrato por su ex marido, que también ha sido trasladada a Cádiz para iniciar una nueva vida. Sin embargo sus esperanzas se verán truncadas cuando Pilar, su terapeuta, le anuncie que Eugenio ha salido de la cárcel.

La novela comienza a media res, con un Bianquetti sufriendo una paliza mortal a manos de unos sicarios, pero, ¿cómo ha llegado nuestro protagonista hasta ese punto? Consigue Benito despertar nuestra curiosidad desde el minuto uno, y tampoco nos hace esperar demasiado, pues nos retrotraerá dos días antes, cuando todo empezó.

La maniobra de la tortuga tiene un buen ritmo, que particularmente no me ha parecido que decaiga en ningún momento, y la historia de fondo me ha parecido real, quizá con una resolución que no es todo lo impactante que podría haber sido, pero que sí me parece adecuada.

No obstante lo que más me ha gustado de La maniobra de la tortuga han sido sus personajes. Un Bianquetti que pese a parecer de primeras que se trata de un policía atormentado más y que no aporta nada nuevo al género, es imposible no cogerle cariño y ponerse de su parte. Ya se lo he dicho al autor, no me importaría nada volver a encontrarme con el personaje. 

Muy interesante también Cristina, siendo esta historia que al principio no sabía cómo encajar muy bien la que más sentimientos me ha despertado. Me gusta cómo nos presenta benito a Cristina, una mujer haciéndose a sí misma,  marcada por un pasado muy doloroso que la vació como mujer y que ahora tiene que enfrentarse sola a lo que esté por venir. En ocasiones con miedo, en otras decidida, vulnerable, y fuerte en otras. Me ha parecido un personaje construido con tanto mimo y tan real que me encantaría que en caso de haber continuaciones formara pareja con Bianquetti. Otro punto para Benito es haber escrito una historia entre estas dos personas en apariencia tan diferentes pero a la vez tan conectadas de una manera tranquila, factible, honesta, que no me ha chirriado en ningún momento, algo que he agradecido profundamente un poco hastiada de esas historias de amor fantásticas en las que parece olvidarse todo el fondo de las personalidades de los personajes dejando que actúen de maneras extrañas.

En definitiva, La maniobra de la tortuga es una novela policíaca con un ritmo ágil que concentra su acción en un arco temporal de apenas dos semanas, con unos personajes bien construidos, este es el punto que más quiero destacar, y que trata temas como la violencia doméstica, la corrupción policial o las agresiones sexuales. Quizá lo que más os sirva para decidios es que me encantaría leer una continuación. Francamente entretenida.

Besos 

jueves, 9 de junio de 2016

Intentos de sacarle algo a la vida. El diario de Hendrik Groen, de 83 años y cuarto


Intentos de sacarle algo a la vida
Roca editorial
350 páginas


MI OPINIÓN

Me encantan las personas mayores, despiertan en mi mucha ternura y he comprobado que si las escuchas atentamente tienen muchísimo que ofrecer y de ellas puedes aprender mucho, no solo de historia si no también de la vida. Estoy segura que si a alguno de mis abuelos les hubiese contado las cosas que me quitan el sueño se hubieran partido de risa. Echo de menos las conversaciones con ellos, siempre me daban perspectiva.

Quizá por eso Intentos de sacarle algo  a la vida me ha causado tan buena sensación, y es que Hendrik Groen es un señor de lo más divertido que un uno de enero decide que va a escribir un diario durante todo el año que acaba de empezar donde dará rienda suelta a todas sus opiniones sin tener que cortarse por ser políticamente correcto. La idea es que su amigo Evert lea un fragmento el día de su entierro.

Hendrik vive en lo que aquí conocemos como residencia de ancianos, pero a pesar de los achaques el sigue tratando de disfrutar de la vida, aunque en ocasiones se plantee utilizar la eutanasia llegado el caso. Es hasta un viejo rebelde que considera absurdas ciertas normas que rigen la convivencia en la residencia no dudando en ponérselo difícil a la directora del centro.

Junto a Hendrik conoceremos a otros miembros residentes, aunque los que mayor protagonismo adquieren son los miembros del club de Viejos si, muertos no, un grupo de amigos que cansados de las quejas constantes de otros mayores y su arrastrarse en la última etapa de sus vidas, se rebelan y deciden hacer planes juntos que les recuerden que la vida merece ser vivida hasta el último instante.

Además nuestro protagonista nos hará partícipes a través de sus anotaciones en el diario de la situación social en Dinamarca con respecto a los mayores, haciendo una fuerte crítica social no sólo hacia el gobierno que parece que no los trata todo lo bien que debería, y más siendo uno de los países mejor económicamente situados, si no también a la sociedad en sí, sobre todo a los familiares que aparcan a sus padres  o abuelos en residencias y que consideran que ya han cumplido con ellos. 

Además también nos hará partícipes de temas tales como la eutanasia, las razones que le pueden llevar a alguien a solicitarla y cómo se enfrentan los demás ante esta situación. Un tema muy controvertido e interesante. Junto a él no podía faltar el Alzheimer, una enfermedad de lo más dura tanto para los que olvidan como para los que se quedan y que si recuerdan, es horrible ver como a tu familiar se le va apagando poco a  poco la luz de la mirada...

Intentos de sacarle algo a la vida no esta exento de drama, pero no busca la lágrima fácil del lector, enfocándolo desde el punto de vista de quien ha vivido lo suficiente como para aceptar de otra forma los reveses que le puede dar la vida,  enfrentándose a ellos con serenidad.

Particularmente tierno me ha parecido la actitud que toman los miembros de Viejos sí, muertos no ante sus propios amigos, cómo se cuidan y se solidarizan unos con oros, cómo se apoyan entre ellos para hacer más llevadero el último tramo de la vida. Este ámbito de la novela me ha parecido simplemente maravilloso.

La prosa es ágil, el libro se divide entre los distintos días del año donde Hendrik como si de una terapia se tratara, nos va desgajando sus impresiones, preocupaciones y mejores momentos del día. Con un estilo irónico huye de la queja por que sí, adquiriendo un tono mordaz ante las injusticias lo que dibuja más de una sonrisa.

En definitiva, Intentos de sacarle algo a la vida me ha sorprendido para bien, no esperaba tanto de una historia que ha terminado por regalarme buenos momentos, cierto punto de vista distinto y aprendizaje y que en alguna ocasión me ha parecido de lo más dulce. Justamente lo que suele ocurrir con nuestros mayores, que si te sientas tranquilamente con ellos y les das la oportunidad, seguro que te sorprenden gratamente de una manera u otra.

Besos



lunes, 6 de junio de 2016

Lo que el viento se llevó | Margaret Mitchell


Lo que el viento se llevó de Margaret Mitchell
Ediciones B
1056 páginas

MI OPINIÓN

Hay historias a las que uno tiene la sensación de llegar siempre tarde. Después de todos los demás. Y eso es lo que me ha pasado siempre con Lo que el viento se llevó, tanto el libro como su adaptación cinematográfica. Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena.

En este caso me ocurrió el proceso contrario que normalmente sigo, y es que llegué a la novela después de haber visto la película. Recuerdo estar en los descansos entre clase y clase de la Universidad y escuchar a mis amigas fascinadas por los vestidos que Scarlet lucía en las cuatro horas de película, la pregunta era obligada ¡¿De verdad no has visto Lo que el viento se llevó, Car?! Y no, no la había visto. Hasta que una tarde de visita a mi abuela la pillé con la película recién empezada así que me quedé con ella un rato que se convirtió en toda la tarde, ya que hasta que no salió el "fin" en la pantalla no me levanté del sitio. 

Lo cierto es que me gustó, es un culebrón en toda regla, pero me gustó. Guardo muy buen recuerdo de ella, quizá también influyó el verla con mi abu, ya que fabricamos un recuerdo que durará toda la vida. Así que cuando vi la novela de la película a la que le tengo tanto cariño a un precio ridículo, no me lo pensé y me hice con ella. De esto hará unos cuatro años... Y desde entonces dormía el sueño de los justos en mi estantería. Sus más de mil páginas en papel biblia y letra diminuta no ayudaban mucho a decidir su momento adecuado. Hasta que hace unos meses, me levanté con el alma aventurera, me vine arriba y le pedí a Teresa de Leyendo en el bus que me diera dos números y así el azar  eligiera mi próxima lectura y la afortunada fue Lo que el viento se llevó.

La historia nos traslada a La guerra de secesión de Estados Unidos que enfrentó a los territorios del norte con los del sur. Concretamente nos centraremos en el bando sureño desde el cual asistiremos a una crónica de los años que comprenden desde el origen del conflicto hasta la reconstrucción del Sur tras la derrota frente a los estados del Norte.

Cuatro son los personajes principales en torno a los cuales gira la historia, siendo Scarlet el que más brilla entre ellos. Hija mayor del señor O´Hara, inmigrante irlandés que consiguió hacer fortuna con su plantación de algodón, crece mimada y caprichosa en el seno de una familia acomodada, siendo desde joven el centro de atención de todas las miradas por su hermosura, aprenderá pronto a manejar a los demás a su antojo y pese a tener todas las papeletas para quedar reducida a nada con la guerra, cogerá las riendas de su familia, evolucionando en una ser que dará alas a las peores cualidades de si misma. Se convierte en alguien muy fuerte capaz de hacer frente a las adversidades utilizando para ello cualquier subterfugio por inmoral que sea, alguien sumamente egoísta, capaz de todo por su propio beneficio. Es difícil no tener sentimientos incómodos con respecto  a ella, porque a la vez que piensas que es lo peor, te descubres preguntándote que te pasaría a ti si estuvieras en su situación ¿acabaría el fin justificando los medios?

En segundo lugar nos encontramos con Rhett, un mujeriego, vividor empedernido, pero honesto, no trata de esconderlo le pese a quien le pese, también es alguien muy egoísta pero que acaba ganándose el cariño del lector al descubrir su lado más tierno en ciertas circunstancias, aunque el las negará hasta la saciedad, ¡no vaya a acabar con la reputación de bon vivant que tanto le ha costado labrarse!

En tercer lugar tenemos  a Melanie, el contrapunto de Scarlet, un ser de luz, dulce y amable, tan bueno que a veces parece una caricatura, demasiado irreal, siendo en los momentos en los que de verdad se rebela frente a las reglas establecidas cuando más me ha gustado este personaje .

Por último tenemos a Ashley, marido de Malenie y del que Scarlet está enamorada desde que tiene conocimiento. Un personaje al que he detestado, me parece un pusilánime incapaz de hacer frente a nada y bastante patético en ocasiones. Es curioso porque no tenía ese recuerdo de la película.

La lectura en sí me asustaba por su número de páginas, y porque en un principio huyo de las historias de amor como de la peste, por lo que en un primer momento empecé  a compaginarlo con otras lecturas hasta que me descubrí completamente entregada a su lectura, pensando en el a cada momento, con ganas de volver a sus páginas y viajar a Atlanta. La historia de amor no es nada melosa, de hecho son las batallas dialécticas entre los protagonistas lo que mas me ha divertido, eso y como tratan de negarse lo evidente. Además el retrato de la época es fabuloso, francamente bien ambientado no sólo en los lugares y acontecimientos históricos si no también en cuanto a las rígidas convenciones sociales.

En conclusión, Lo que el viento se levó una novela sobre una historia de amor, lucha y superación que podemos considerar ya clásica y que pese a su volumen no se hace larga. Escrita con acierto, incluso las partes relativas a la guerra no se hacen pesadas, con unos personajes inolvidables que la convierten en una novela muy recomendable tanto si se ha visto la película como si no. 

Besos



jueves, 2 de junio de 2016

El desorden que dejas | Carlos Montero



El desorden que dejas de Carlos Montero
Editorial Espasa
403 páginas

MI OPINIÓN

Hay libros que entran por los ojos y El desorden que dejas es uno de ellos. La portada llama la atención, o conmigo lo hizo, vaya, y después de leer todas las buenas opiniones que han ido saliendo mis ganas no hacían más que crecer hasta que por fin estuvo entre mis manos.

Raquel es una profesora sustituta que con  el curso iniciado, tiene que hacer una sustitución en el pueblo de su marido, Novariz. La antigua profesora de literatura, Viruca, se suicidó. O al menos eso es lo que se dice oficialmente, ya que su ex marido Mauro, opina algo distinto, cree que su ex mujer fue asesinada.

Raquel tendrá que hacer frente a multitud de problemas, sobre todo al fantasma de la propia Viruca, una persona enamorada de su profesión que ha calado hondo entre los alumnos y los vecinos del pueblo. Aunque quizá el problema más grave al que se tendrá que enfrentar es a esa extraña nota que encontrará al final de la primera clase donde le preguntan cuánto va a tardar en suicidarse ella, dando pistoletazo de salida a una trama complicada con muchos y variados hilos.

No estamos ante una novela negra trepidante, de esas que es imposible dejar, si no ante una novela que pese al componente de misterio, entendido como averiguar si hay y quién es el asesino, se centra también en otros ámbitos de crítica social como el consumo de drogas y el tráfico de estas sustancias, el acoso escolar o las consecuencias de la crisis económica, haciendo un certero balance de la situación en que se encuentran muchos pueblos en los que tras el estallido de la crisis cerraron las empresas que sostenían la economía de muchos de ellos, dejando en el paro a muchos vecinos.

El acoso escolar también se retrata de manera muy cruda, aunque en este caso nos encontramos con el acoso provocado de alumnos a profesores, no entre escolares, e inquieta la maldad que algunos jóvenes pueden tener, como también el modo de vida o actitudes insanas de algunos.

En cuanto a los personajes el principal es sin duda Raquel que en la mayor parte de la narración toma la palabra  para hacernos partícipes de sus pensamientos. Es en esos momentos cuando El desorden que dejas se convierte en toda una reflexión sobre el sentimiento de culpa y el perdonarse a sí mismo. En cuanto a Raquel, he leído en algunas reseñas que es un personaje con el que es difícil empatizar y no ha levantado muchas simpatías. Por mi parte sin embargo me ha parecido muy bien construido, de hecho creo que es un personaje muy real. Raquel se nos presenta desde el inicio como una mujer contradictoria, llena de dudas y con muchos vaivenes y así actúa, de manera incierta, impulsiva y llena de contradicciones. ¿Que mete la pata? por supuesto, pero nunca nos dijo que fuera perfecta, más bien todo lo contrario. No nos engañó sobre sí misma. En cuanto a su tendencia a meterse en la boca del lobo sin dar oportunidad de actuar a los profesionales, seamos sinceros, si el protagonista nos llamara a la policía a la primera de cambio no tendríamos novela.

En cuanto al resto de personajes de El desorden que dejas, para mí destacan los alumnos, sobre todo Iago y Roy, aunque su retrato me ha puesto los pelos de punta y deseo que no sea el perfil habitual de nuestros jóvenes. Así mismo también me ha gustado ir desentrañando poco a poco a Viruca y descubrir a través de los demás como era esta bella mujer tan perfecta en apariencia.

En definitiva, El desorden que dejas es una novela a tener en cuenta, no encontrarás entre sus páginas un ritmo trepidante ni falta que le hace, pues lo suple perfectamente con otras cuestiones tales como el trasfondo y crítica social que encontramos entre sus páginas, convirtiéndose en un retrato social de la época actual certero y bien construido.

Besos

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