La Guerra de las dos rosas: trinidad de Conn Iggulden
Editorial Duomo
528 páginas
MI OPINIÓN
Hace unos meses os traje la reseña de la primera entrega de la tetralogía de la Guerra de las dos rosas contada por Conn Iggulden que narra la guerra civil que sumió a Inglaterra en un periodo de lucha a cuartel que duró treinta años. Hoy os traigo, Trinidad, la segunda parte.
En ella nos encontramos con un país tranquilo en la superficie, aunque con cierto malestar en la corte, donde la lucha soterrada sigue siendo el pan de cada día. El Rey se halla sumido en un estado letárgico que le impide gobernar el país, por lo que se ha nombrado a Ricardo de York como Protector del reino. Un Ricardo que, a pesar de que a sus enemigos les cueste admitirlo, está dirigiendo el país con acierto, y si ben no esconde su ambición, espoleada por sus defensores, siempre antepone la lealtad a su país y su rey por encima de todo.
En las sombras y con un mayor protagonismo que en Tormenta, algo que eché en falta, tenemos a Margarita, la reina, que ya no es la niña ingenua y asustada que llegó a Inglaterra sino una mujer fuerte, marcada por las desgraciadas circunstancias que le están tocando vivir y que tratará de luchar por que su hijo sea reconocido como Príncipe de Gales y asegurar así su futuro.
Una de las cosas que más me pesaron en la primer aparte fue el número de batallas y el detalle con el que estaban contadas, no era algo que me llamara la atención en absoluto y lo recuerdo como momentos que me ralentizaban la lectura, a pesar de no ser excesivamente tediosos. Sin embargo en Trinidad siento que esto se ha reducido al máximo, no porque no se narren batallas, sería imposible saltárselas, sino porque están contadas con menos detalle, o esa es la sensación que me ha dado, porque no me he encontrado con el sentimiento de estar entorpeciendo el ritmo de la novela.
No obstante, si algo me ha resultado apasionante en esta segunda parte, son las intrigas palaciegas, esos dimes y diretes, esa lucha en la sombra por ganar aliados y arrebatárselos a los demás, las venganzas y trampas tendidas a los enemigos, los golpes de efecto y el espionaje que otra vez corre a cargo del genial Derry Brewer, personaje que a pesar de ser ficticio, aunque no los ea el cargo que ocupó, ostenta el protagonismo de algunos de los mejores pasajes de la novela.
El punto de vista del pueblo llano queda más diluido en Trinidad, donde sólo se nos dan breves pinceladas del malestar del mismo en ciertas ocasiones, mientras las altas esferas están más ocupadas en mover sus fichas para no perder su poder que en gobernar y organizar el país.
Si me tengo que quedar con un personaje es, sin duda, Ricardo de York, pues me ha sorprendido totalmente. Al final de Tormenta tenía una imagen de él que al finalizar Trinidad se ha revelado como completamente equivocada. Un hombre que supo gobernar con acierto anteponiendo el bien de Inglaterra a sus propios intereses, y que siempre actuó, podamos estar de acuerdo con sus actitudes o no, según lo que él opinaba era lo mejor para su país. Me quedo con ganas de conocer más a su mujer que tiene un par de momentos en la novela que me hacen pensar que debió ser muy fuerte e interesante.
No hay mejor signo de que te ha gustado una novela que las ganas de seguir con la continuación, así que Trinidad me ha gustado mucho. Las cosas se han quedado en un punto muy interesante y creo, que ahora, comenzará un nuevo tiempo liderado por las nuevas generaciones, buscando venganza y restitución. La lucha esta servida.
Besos
Lo tengo pendiente de lectura. Un besote
ResponderEliminarTe lo dije!También York me ha sorprendido mucho; si en el primer libro tenía claras mis "lealtades" en este no. Desde luego, los trapicheos palaciegos son apasionantes.Esperamos el siguiente!
ResponderEliminarUn beso
Fíjate que yo con las reseñas que iban saliendo de la primera parte me quedé tan tranquila, en plan aliviada, porque era una menos para leer. Y es que eso de las batallitas me cuesta mucho. Pero ahora viendo las reseñas de esta segunda... creo que voy a tener que replantearme el meterle mano a la saga. Me vais a matar entre todos. :P
ResponderEliminarAprovecho para desearte un feliz nuevo año lleno de buenas lecturas,
Besos.
Me interesa mucho el tema, pero que sean cuatro me echa para atrás. Besos.
ResponderEliminarAi mes estáis tentando con esta saga que un prinipio no pensaba leer. Un beso ;)
ResponderEliminarYo esta trilogía a pesar de lo bien que habláis todos, la dejo pasar.
ResponderEliminarBesos.
PUes no me importaría nada leerla y eso que aún tengo sagas pendientes, jajaja
ResponderEliminarBs.
Yo lo tengo pendiente de leer así que a ver qué me parece. Me animas mucho!!!
ResponderEliminarBesos
Si te soy sincera no es un libro que me atraiga especialmente, dudo que me ponga con él
ResponderEliminarBesos
Me atrae la época y veo que están gustando las novelas de este autor ambientadas en ella. La leería, sin lugar a dudas, pese a lo que comentas sobre las batallas: es cierto que a veces se hacen un tanto cansinas sus descripciones, aunque todo depende de cómo las relate el autor de turno.¡Feliz 2017! Besos.
ResponderEliminarYo también lo tengo pendiente de lectura. Tormenta me gustó mucho :D
ResponderEliminarCon esta opinión me están entrando las ganas de leer la trilogía. Además, ya que avisas de lo de las batallitas, me prepara para soportarlo en la primera y disfrutarlo en la segunda.
ResponderEliminarA ver qué nos cuentas de la tercera.
Un beso y gracias por tu opinión.
Lo tengo fichado porque me lo han recomendado ya varias personas y ahora tú...así que parece que gusta mucho.
ResponderEliminarUn beso!
La novela histórica es mi debilidad, pero una tetralogía me asusta un poco, aunque visto tu entusiasmo no la descarto. Gracias por la información. Abrazos.
ResponderEliminarDe las sagas, en principio, huyo por momento. Las hay que me han gustado y pese a ello con tanta lectura intercalada no las he terminado. Nada coherente, lo sé :-D Un besote!
ResponderEliminarAl ser una saga la dejo pasar por el momento.
ResponderEliminarBesitos