lunes, 29 de junio de 2020

Las deudas del cuerpo | Elena Ferrante


Las deudas del cuerpo de Elena Ferrante
Lumen
477 páginas

MI OPINIÓN

Es difícil hablar del tercer libro de una tetralogía sin contar nada que desvele la trama y pueda estropear la lectura de un posible lector futuro, así que hoy más que nunca, voy a tratar de ceñirme a mis impresiones personales al leer Las deudas del cuerpo, lo que Ferrante me ha hecho sentir con la lectura del penúltimo libro de su saga Dos amigas.

En Las deudas del cuerpo seguimos conociendo la vida de Lila y Lenù, retomando su historia en el momento en que acaba el segundo libro. Sin embargo, en esta ocasión esta novela se centra más en Lenù, no en vano sigue siendo la narradora de esta aventura, y nos brinda la oportunidad de conocerla, poniendo el foco sobre su persona, sin estar a la sombra de su amiga de la infancia. Si bien en libros anteriores la presencia de Lila es casi casi omnipresente, llegando a fagocitar a su amiga, lo cierto es que en este tercer libro aparece más casi como un fantasma, haciendo realidad ese distanciamiento que se venía fraguando desde que Lenù tuvo la oportunidad de salir de su viejo barrio.

En esta ocasión, la novela de Elena Ferrante me ha parecido mucho más oscura, con un ambiente opresivo, con mucha más violencia, no sólo explicita sino también soterrada. Sobre todo trata muy bien la violencia sobre la mujer, la utilización del cuerpo de la misma por parte del hombre, el egoísmo de este último y la esclavitud de la mujer en el matrimonio. 

Las deudas del cuerpo habla también de la maternidad, de la pérdida de identidad por la misma y el surgimiento de una nueva a raíz de esta. Habla de la parte menos bonita de esa maternidad, de esas cosas que no se suelen contar y de la pérdida de libertad que supone para el género femenino. Habla también de la lucha por conseguir mantener la ambición de la juventud, que todo lo estudiado sirva para algo, seguir luchando por los sueños individuales de cada mujer, no de la esposa o de la madre, si no de la individualidad de cada una.

Son muchas las reflexiones que encontramos en esta novela , me ha parecido que de hecho es mucho más introspectivo que las anteriores, por eso también no es de lectura voraz. Tampoco lo eran sus predecesores, pero aquí se acentúa.

En definitiva, me ha encantado volver a Nápoles de la mano de Elena Ferrante, de poder asomarme de nuevo a las vidas de estas dos amigas, unos personajes a los que me sigue costando querer y que me causan muchas contradicciones pero que me parecen fascinantes. No quiero terminar el año sin haberle puesto punto final a esta saga.

Besos

5 comentarios:

  1. Uy, sí es cierto que es muy difícil hacer una reseña de una saga sin desvelar cómo acaban los otros libros, jeje. La historia pinta bien, la verdad, pero no me gusta empezar sagas (alguna tengo por ahí, pero no son muchas) Por el momento no me animo, pero igual en algún momento se me cruza el cable y voy a por ellos.

    ¡Besos!

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  2. Sí, esta parte es mucho más oscura que las otras anteriores, estoy de acuerdo. Te queda una y te va a dar mucha penita terminar la saga.
    Besos

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  3. No sé por qué no termina de tentarme esta saga. Y mira que leo reseñas positivas como la tuya, pero no, no me animo.
    Besotes!!!

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  4. Ya sabes que para mí son cuatro lecturas imprescindibles. Las recuerdo con muchísimo cariño por ese placer puro de leer y de meteré en una historia hasta vivirla. Ya solo te falta el desenlace que es muy muy emocionante. Ya verás.
    Besos

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  5. Leí la primera y no me gustó nada de nada, aún me dura el cabreo que me llevé jajaja
    Me alegra que a tí te haya gustado
    Besos

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