ATOMKA. FRANCK THILLIEZ

Atomka de Franck Thilliez

Editorial Destino

Traductor Joan Riambau Möller

560 páginas

MI OPINIÓN

No dudo al decir que Franck Thilliez fue uno de los grandes descubrimientos del año pasado. Sus novelas negras con toques científicos me parecieron, además de originales, de lo mejor que he leído del género hasta el momento. No veo el momento de hacerme con Paranoia, lo nuevo del autor que sale justo mañana.

En Atomka, la tercera entrega de el comisario Sharko junto a su pareja Lucie, el comisario tendrá que enfrentarse a un motón de tramas, a cada cual más enrevesada y que parecen no tener ningún punto en común.

La acción comienza cuando se encuentra el cadáver de un periodista en un congelador que en el momento de agonía ha grabado unas palabras en el hielo. Tirando del hilo conductor descubren la desaparición de una amiga del periodista coincidiendo con la entrada en escena de un niño del que no se sabe absolutamente nada, salvo que tiene un papel con el nombre de la periodista escrito.

A su vez, Sharko deberá enfrentarse de nuevo a su pasado y a esa historia que cambió por completo su vida hace años.

Todas estas tramas, que en un principio no parecen guardar ninguna conexión, nos llevarán a recorrer países como Estados Unidos o Ucrania hasta que nos muestre el punto en común que haga encajar todas las piezas.

En esta ocasión de nuevo el autor nos plantea una serie de cuestiones científicas e investigaciones con la radiación y el frío como telón de fondo. De nuevo, la manera de tratar los aspectos científicos es amena, con un lenguaje comprensible y y cercano al lector profano en estas cuestiones, pero no por ello pierde rigor.

A pesar de que ha vuelto a despertar mi curiosidad, lo cierto es que el tema de Gataca sobre la genética me llegó a interesar más y me hizo buscar información adicional, algo que no he hecho con Atomka.

En cuanto a la narración el libro esta dividido en capítulos no muy largos con un lenguaje propio de las novelas negras y donde lo importante es el ritmo narrativo. Y de nuevo aquí Thilliez se sale. La cadencia va en aumento hasta el punto de no poder soltar el libro hasta resolver todos los cabos sueltos, que, como ya nos tiene acostumbrados, el autor se encarga de atar concienzudamente y de una manera magistral.

En definitiva, un autor que para mí ya es referencia en el género, que aúna siempre muy bien los aspectos científicos con las tramas acercándolas al lector que no podrá hacer otra cosa que dejarse llevar al ritmo endiablado que siempre imprime en sus libros. Muy recomendado, eso sí, mejor leerlos en orden puesto que en esta entrega la vida personal de los policias toma más protagonismo.

Besos