Pippi Calzaslargas de Astrid Lindgren
Blackie Books
288 páginas
Pippi Calzaslargas era de mis series favoritas cuando era pequeña. Me lo pasaba en grande viendo a esa niña, la niña más fuerte del mundo, que vivía sin padres, se echaba a la cama cuando quería, comía todos los dulces que quería y que era de lo más generosa con todos. Me hubiese encantado ser Tommy o Anika para poder ser su amiga. Por eso me ilusiona que Blackie Books haya reeditado todas las historias de la pelirroja más conocida entre mi generación.
Esta claro que Pippi es irreverente, contestataria, no se adecua a las normas sociales ni tiene intención de hacerlo, pero también es verdad que tiene un modo de ver la vida de manera simple, otorgando a cada cosa su justa importancia, y por supuesto siendo de lo más divertida, que conquista.
No obstante, una lectura desde la perspectiva de la edad, ha hecho que lo haya leído con una mirada más curiosa que me ha llevado a descubrir cosas que en su momento desconocía o que pasé por alto. Por ejemplo he descubierto que Pippi influyó enormemente en el hecho de que Suecia se convirtiera en el primer país del mundo que prohibió el castigo físico a los niños en 1979. El hecho de que Pippi tenga una fuerza descomunal, que pueda enfrentarse a los mayores en un plano de igualdad, creo que plantea la cuestión de si esto fuera así en la vida real, ¿se trataría a los niños de la misma manera? ¿la obediencia ciega sería una cuestión indiscutida?
El origen de este libro es una pulmonía, cuando la hija de Astrid estaba postrada en cama curando la enfermedad le pidió que le contara una historia de una niña que se llamase Pippilotta Viktualia Rullgardina Krusmynta... Fue tres años después cuando decidió juntar todas estas historias en un libro, que fue censurado por la actitud de su protagonista en muchos países.
Así mismo, he podido hacer una lectura de género. Y es que Pippi sin duda supuso un referente femenino incuestionable, y además uno que podía conseguir lo que se propusiese, para la que ser una niña no entraba ni en cuestión, pues no suponía un elemento diferenciador en cuanto a las aventuras que podía vivir. Un personaje libre, independiente, con una imaginación desbordante y que siempre estaba alegre.
Pippi Calzaslargas ha supuesto un golpe de nostalgia, a menudo me ha dibujado una sonrisa al acordarme perfectamente de los capítulos que en su día vi. Me ha encantado que después de los años me haya dado sensatez para ver que a veces, cuando dejamos de ser niños y pasamos a ser adultos, complicamos demasiado las cosas.
No era muy fan de la serie, pero no me importaría leer el libro, además me parece una edición muy bonita.
ResponderEliminarBesos
Es verdad que cuando somos adultos complicamos demasiado las cosas. Nunca me hubiese decidido por dar una oportunidad a Pipi, no podía con ella cuando ponían la serie en televisión, no sé con que ojos la vería ahora. Besos.
ResponderEliminarTampoco era muy fan de la serie, así que es un libro que no me llama mucho la atención.
ResponderEliminarBesotes!!!
La nostalgia ha hecho que la vea mejor ahora que antes. Confieso, a pesar de jugarme mi reputación, que no me gustaba demasiado Pipi Calzaslargas; me recordaba a una niña de mi clase muy marimandona y que me traía por la calle de la amargura. En fin, el paso del tiempo me hará ver esas virtudes de las que nos hablas. Abrazos.
ResponderEliminarEso me ha pasado a mi. No me entusiasmó, pero lo disfruté mucho por el eco del pasado
ResponderEliminarBesos
Qué nostalgia... Es que estas lecturas son más por nostalgia y emociones que no por tentación literaria, ¿verdad? Me gusta mucho la edición de Blackie y seguro que la traducción es estupenda (yo leí una antiquísima que era una tortura). No sabía que Suecia fue uno de los primeros países en prohibir el castigo físico a los niños pero me gusta muchísimo que el referente cultural sea Pippi, la niña más fuerte del mundo ;-) Besos.
ResponderEliminarA mí también me encantaba Pippi de pequeñita y estuve super tentada de comprarlo porque Blackie me encanta, pero por temor a lo que justo te ha pasado a ti, no me animé.
ResponderEliminarBesos.
Yo no se porque, pero no tengo ese apego emocional al personaje.
ResponderEliminarEste no me lo apunto. Pipi se me atravesó de pequeña y la sigo teniendo atravesada de adulta. Es superior a mí XD Un besote!
ResponderEliminar