CUENTOS DE LA ALHAMBRA

Ediciones Miguel Sanchez

Título: Cuentos de La Alhambra

Autor: Washington Irving

Páginas: 320

Editorial: Escudo de Oro

ISBN: 978-84-378-0784-3

AUTOR

Biblioteca virtual de Andalucía

Washington Irving (1783-1859), fue un escritor estadounidense reconocido entre los grandes maestros de la literatura universal.

Nació en Nueva York, el 30 de abril de 1783.

Realizó estudios de Derecho, pero su vocación se interesaba más por el periodismo y la escritura que por la abogacía.

En 1802 comenzó a escribir artículos en periódicos de Nueva York, como las "Cartas del caballero Jonathan Oldstyle".

En 1809 realizó Historia de Nueva York, que fue considerada cómica y satírica y recibió la aceptación por parte del público, a la vez que proporcionó rédito económico al autor.

En 1815 se fue a vivir a Liverpool y allí trabó amistad con importantes hombres de letras: sir Walter Scott y Thomas Moore, entre otros.

Escribió algunos ensayos y relatos bajo el seudónimo de Geoffrey Crayon, publicados en Libro de Apuntes (1820).

Fueron muy elogiados dos relatos: "Rip Van Winkle" y "La leyenda de Sleepy Hollow".

En Madrid, donde perteneció al cuerpo diplomático de su país natal, escribió "Historia de la vida y viajes de Cristóbal Colón" (1828) y "Cuentos de la Alhambra" (1832).

Nuevamente en Estados Unidos en 1846, regresó a Sunnyside, su casa de campo, y allí falleció el 28 de noviembre de 1859.

Hoy en día Sunnyside es museo y casa histórica.

Entre sus numerosas publicaciones, además de las ya citadas, escribió "El libro de los bocetos" (1819-20), "Bracebridge Hall" (1822), "Cuentos de un viajero" (1824), "Crónica de la conquista de Granada" (1829), "Cuentos del antiguo Nueva York" (1835), Viaje por las praderas (1835), "Los buscadores de Tesoros" (1847), "Oliver Goldsmith" (1849), Mahoma y sus sucesores (1850) y "Vida de Washington" (5 volúmenes, 1855-1859).

MI OPINIÓN

Nunca he tenido recuerdo de que mis padres se fueran de vacaciones. Son de la escuela del "antes el deber que el querer" y por eso, siempre han puesto antes el bienestar y estudios de sus hijos a sus placeres. No me voy a poner a contar aquí mi vida, pero creo que si no lo hubieran hecho así no nos podrían haber dado carrera a todos, y sin embargo lo han hecho. Por eso, cuando en quinto de carrera me dieron un trabajillo en un departamento de la facultad, con el dinero los mandé a Granada. Mi madre nació allí y era mi forma de reconocer el grandísimo esfuerzo que habían hecho (y todavía hacen) por mí. Me lo agradecieron trayéndome, entre otros recuerdos, este libro.

Creo que no es la primera vez que digo que los relatos no son para mí y que no los disfruto, pero eso tampoco lo dije cuando me lo regalaron, obviamente. Lo he estado leyendo poco a poco, de hecho llevaba en mi estantería bastantes años (bien para mi reto de Carmina) y a principios de año me propuse que era un buen momento de quitarle el polvo.

He de decir, que aunque me ha gustado, ha habido altibajos en su lectura. No ha sido pues ésta, la ocasión en que he cambiado radicalmente de idea sobre el género de los relatos.... Otra vez será, espero.

Al principio de hecho me resultó bastante tedioso, una introducción que se me hizo eterna sobre el viaje de Irving hasta llegar a Granada con su amigo, donde nos cuenta hasta el mínimo detalle de los paisajes que se va tropezando por el camino, y de la idiosincrasia de los españoles, no despertaba mi interés.

Ya en el momento en que llega a Granada y un poco más adelante incluso se aloja en la Alhambra (momento "Ola qué ase") empezó a despertarme el gusanillo de la lectura. Y es ahí cuando empieza realmente a narrar los cuentos de La Alhambra, dando forma a los relatos que escucha en sus paseos y cenas con los vecinos y amigos que hace en este singular paraje.

En esta parte las largas descripciones donde dibuja en tu imaginación hasta el mínimo detalle no me han disgustado, de hecho son de agradecer porque te transportan por completo al paraje y parece que incluso escuchas el rumor del agua de las bonitas fuentes que adornan La Alhambra. Lo mismo ocurre con los atardeceres desde la misma, parece que estés asistiendo en persona.

En cuanto a los relatos en sí, ha habido de todo. Algunos no han conseguido engancharme e incluso los he acabado leyendo en diagonal, y otros sin embargo me han encantado. 

Especial mención hago a tres, el primero cuando narra la historia de Boabdil al dejar Granada en manos de los cristianos, este personaje siempre ha despertado mi curiosidad. 

En segundo lugar, la leyenda del Príncipe Ahmed Al Kamel o El peregrino del amor, me ha parecido una historia preciosa, dotando de protagonismo a distintas aves que lo acercan a una fábula.

Y por último la Leyenda de Las Tres Hermosas Princesas. Mira que a mi las cosas edulcoradas no me llaman demasiado, pero esta historia me conquistó. También tengo mi corazoncito.

También quiero destacar la importancia de las fotografías de las distintas estancias de La Alhambra que se recogen dentro del libro, que ayudan a situarse mucho mejor.

En conclusión, un libro que me ha gustado más por lo que significaba para mí personalmente, que por los relatos en sí, con los que he pasado por distintas etapas lectoras. Aun así no puedo decir que no me haya gustado, porque el balance es positivo. Si te gustan los relatos o tienes ganas de conocer mejor este bello palacio, acércate a estos cuentos que te harán pasar un buen rato.

A mi sólo me queda ir a conocerla en persona.

Besos