LA CALLE DE LA JUDERÍA. TOTI MARTINEZ DE LEZEA

Maeva

La calle de la judería

Editorial EM Bolsillo

512 páginas

MI OPINIÓN

Cuando O meu propuso su reto de autores eternamente pendientes, no dudé que uno de mis elegidos iba a ser Toti Martinez de Lezea. Como asidua al blog de Laky, sabía que a ella es una autora que le encanta, algo que transmite en las reseñas de sus libros y nos hace llegar a nosotros.

Siguiendo su recomendación elegí La calle de la judería. En ella haremos un viaje a través del tiempo siguiendo la columna vertebral de una familia compuesta principalmente por los hijos de David Sahadia, Jonás y Yosef, sobretodo de este último. Se trata de una familia judeocristiana con lo que reflejará muy bien el conflicto existente entre ambas religiones, no solo con respecto a terceros personajes, sino también de las primeras dificultades ante la conversión al cristianismo de alguno de sus familiares.

Uno de los puntos fuertes es la ambientación de la novela . La acción se sitúa en Vitoria, y si bien, sabremos por nuestros personajes acontecimientos históricos importantes que se llevaron a cabo en otras ciudades del territorio, lo cierto es que el libro se centra en la comunidad de judíos de Vitoria. Algo, al menos para mi, novedoso.

No solo por el hecho de asentarse en Vitoria la ambientación me parece algo a destacar de la novela, sino es que además la autora tiene una gran facilidad para describirnos los lugares de tal manera que te encuentras paseando mentalmente por el casco antiguo de Vitoria, por la judería y dibujas con claridad los palacios de cristianos viejos.

De la trama lo que más me ha gustado ha sido la manera de describir emociones humanas de la autora, así como los conflictos que surgieron en torno a nuestros personajes.

Toti plasma certeramente no solo las disputas familiares entre judíos y cristianos, si no también el latir social, el devenir de las relaciones entre ambas comunidades a lo largo el tiempo que terminará con la expulsión del Reino de los judíos por orden de los Reyes Católicos.

Particularmente duro es el momento de la creación de la Inquisición, que en un principio de dedicó a investigar y perseguir a los "marranos", judíos convertidos al cristianismo por las circunstancias políticas, sociales y económicas a las que se estaban viendo sometidos pero que en privado continuaban judaizando, es decir, respetando los usos, costumbres y ritos de la religión judía.

De ahí también la pugna entre los nuevos cristianos y los cristianos viejos. El luchar por tener un árbol genealógico lo más puro posible, y en caso de no ser inmaculado tratar de suplirlo como hiciese falta.

La autora dota a la novela de unos personajes totalmente perfilados, con sus aristas y sus conflictos propios. Los hay adorables, otros insufribles, pero también me ha gustado que haya otros grises, pues al fin y al cabo no todo el mundo es totalmente bueno o totalmente malo, tiene sus virtudes y defectos. Creo que esto ha hecho ganar en realismo a la novela.

Por último la prosa me ha parecido cuidada, fluye con facilidad y deja entrever la gran labor de investigación que se ha realizado para escribir este libro, sin que en ningún momento parezca que la información histórica se haya metido de amena forzada. Tal y como a mí me gusta. Aprender a la vez que te diviertes.

En conclusión, una novela histórica totalmente recomendable, una manera excelente de conocer a Toti Martinez de Lezea.

"El hombre caminaba deprisa mirando con recelo a derecha e izquierda. Era ya muy entrada la noche y el toque de queda se había escuchado una hora antes. Su sombra reflejada en los muros de las casas parecía perseguirle como un fantasma. Era joven, pero unos cuantos cabellos blancos habían empezado a asomar en sus sienes y en su barba."