La tierra desnuda de Rafael Navarro de Castro
Alfaguara
528 páginas
MI OPINIÓN
Cuando leí la reseña de Inés, de La huella de los libros, me apunté este título sin remedio. Me recordó a La España vacía de Sergio del Molino que tanto me gustó, en su versión novelada. Y es que la despoblación de los pueblos de nuestro país parece que es un tema candente, a menudo me pregunto si esta nueva conciencia de lo necesario que nos es (y más que nos va a ser) el campo, el huerto y en definitiva la tierra de nuestros pueblos, no llega demasiado tarde.
Blas nació encima de un mulo. A la Josefa no le dió tiempo de llegar a casa, así que no le quedó más remedio que encomendarse a su animal y que éste le llevase a casa, Los Peñoncillos, como se les llama en el pueblo, y allí dejará a Blas, al que luego le apodarán El Garduña, al cuidado de los gatos mientras ella se dedica a las labores del campo. No quedaba otra. Eran tiempos difíciles, diferentes, duros, pero que debemos mantener en nuestra memoria para saber de dónde venimos.
La tierra desnuda es El Garduña, último en su especie. Morirá ochenta años después, genio y figura, negándose a entender las prisas que parece que nos han entrado para todo, sabiendo escuchar a las plantas, a la naturaleza y a los signos que esta nos proporciona, aunque parezca que se ha vuelto loca, que ya no nieva como antes y que se le ha contagiado la prisa de los humanos. Cuando se vaya, nadie seguirá sus pasos, nadie habrá aprendido cómo hacer las cosas ni habrá recogido su testigo, ni su filosofía de vida que, aunque anacrónica, evita muchos quebraderos de cabeza.
La tierra desnuda me ha recordado a mi abuelo. Nació en un pequeño pueblo de la provincia de Teruel, hoy casi extinto. Se quedó huérfano de padre en medio de la guerra civil porque una pulmonía se llevó a mi bisabuelo. Entonces dejó de ser niño. Muchas veces llegué a pensar que nunca lo fue, siempre al cuidado de su familia junto a su otro hermano para sacar adelante a su madre y sus dos hermanas. La presión de mi abuelo sobre los hombros nunca aflojó, como creo que le pasó a muchos otros por los tiempos que corrieron. Aprendieron a vivir así. Apegados a la tierra, apretando mandíbula ante las dificultades y con una experiencia vital que les hizo de otra pasta, vieron las cosas con una claridad que resultó premonitoria y sin necesidad de estudiar una carrera de economía. Creo que nunca lo ví quejarse de nada. Quizá de no poder sacar para adelante ese caquitero que le pedí y que no pudo dejarme en herencia. Y aun así, me dio una de las lecciones más valiosas de mi vida.
Me ha gustado La tierra desnuda, quizá no tanto por la historia en sí, que esperaba me emocionase más, si no por las reminiscencias que tiene para mí, el ver reflejados algunos de los dichos y refranes que me enseñó mi abuelo al que cada día echo más de menos, el recordar su huerto, la importancia de la tierra, la crítica social hacia la ignorancia de no darnos cuenta que nuestros pueblos nos hacen autosuficientes, y por ello más libres.
Besos
También a mí me trajo recuerdos de historias oídas en casa. Me gustó mucho ya lo sabes y creo que habrá que estar pendientes de este autor.
ResponderEliminarBesos
Ays ha habido un momento en que se me han puesto los pelos de punta, cuando hablabas de tu abuelo es casi como si lo hicieras del mío, apuntadísimo
ResponderEliminarUn beso!
Es verdad, no nos damos cuenta cuanto nos dan nuestros pueblos. Besos.
ResponderEliminarLeí la sinopsis de esta novela que reseñas y me atraía, pero no termina de convencerme por lo que nos comentas en el último párrafo, por aquello de que no te gustó por la historia en sí. Besos.
ResponderEliminarhola! podriamos echarle un ojito, como a todos!! gracias, abrazotesbuhos.
ResponderEliminarBueno, le puedo dar una oportunidad si se me cruza. Un beso.
ResponderEliminarSi se cruza, va a caer seguro, que me gusta lo que cuentas y esos recuerdos que te ha traído.
ResponderEliminarBesotes!!!
Creo que fue la reseña de Inés la que me hizo apuntarlo, pero luego la verdad es que lo olvidé. Ya veremos cómo termina el asunto.
ResponderEliminarBesos.
La verdad es que para no haberte emocionado la historia en sí te ha quedado una reseña impresionante. Se nota que te ha calado y te ha recordado otras tantas cosas.
ResponderEliminarBesos
Hay veces que los libros nos traen algo más que lecturas. Y el lo mejor de ellos.
ResponderEliminarA mí me gustó muchísiiiimo esta historia. Besos
ResponderEliminarUna novela que me trajo muchos recuerdos y que me encantó. Para mi fue una delicia de lectura.
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