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Destino |
Autora: Sonia Laredo
Editorial: Destino
Páginas : 387
AUTORA
Sonia Laredo es el
seudónimo de una mujer (relacionada con el mundo literario) que prefiere
mantener oculta su identidad
SINOPSIS PROPORCIONADA POR LA EDITORIAL
«Y entonces,
mientras estaba en mi casa y me sentía sola, fracasada y desesperada, me
dispuse a jugar a mi juego privado de los libros, buscando consuelo. Me preparé
para seguir el camino que los libros me indicaran sin saber que me llevarían a
encontrarme con un reino mágico, un hombre misterioso, un viejo secreto y un
tesoro incalculable. Pero en aquellos momentos, yo no sabía nada de todo eso.
Lo único que podía hacer era esforzarme para no llorar.»
Brianda Gonzaga, una
editora de éxito que ronda los cuarenta, rompe de manera forzosa con su
realidad cuando la despiden sin demasiadas contemplaciones. Sumida en una
espiral de desasosiego, busca consuelo en quienes nunca le han fallado, los
libros, y siguiendo una suerte de pálpito, se embarca en un viaje que la
llevará a un lugar perdido entre las montañas que la cambiará para siempre: el
Concejo de Nuba.
Y entonces sucedió
algo maravilloso. El anuncio de una vieja librería en traspaso en la que buscar
un tesoro, una tormenta, los brazos de un enigmático amante y el fantasma de un
niño desaparecido en el pueblo unos años atrás arrastrarán a Brianda a una
historia apasionante en la que empezar a ser la protagonista de su propia vida,
sin renunciar a nada de lo que es importante: la amistad, el amor, la alegría
el conocimiento y sí…, también un poco de sexo.
IMPRESIONES
Leí este libro a
finales del mes pasado en el seno de una maratón online organizada por la editorial Destino donde participamos
muchos compañeros blogueros y adelanto que me ha encantado, el libro en sí,
pero también la experiencia que ha sido de lo más gratificante.
Brianda es una
editora que después de haber dedicado toda su vida a su trabajo es despedida.
En ese momento pone a prueba a sus amigos los libros, que son los que le
indicarán el camino que ha de seguir para salir de su situación. Su destino,
Nuba y la felicidad.
Me ha encantado este
libro, tanto que me preocupa no ser capaz de transmitirlo bien y todo.
En primer lugar ha
sido una auténtica delicia el protagonismo de los libros en la novela. A lo
largo de toda ella son muchos los títulos que se nombran, pero no solo con
nombres propios sino que además el amor por los libros, la compañía y consuelo
que otorgan están muy presentes.
Otro punto a
destacar son las reflexiones que se hacen de los famosos cuentos infantiles. Es
visión un tanto irónica de Brianda de los mismos me ha hecho reír en alguna
ocasión.
De los personajes me
quedo con todos. Como en un buen cuento de hadas tenemos a la princesa, la
bruja, el príncipe, el lobo y los fieles escuderos.
Aunque si alguien se
ha ganado un trocito de mi corazón es Don Lorenzo, el librero de la Locus
Docendi. Un abuelo encantador que se convertirá en un segundo padre para
Brianda. Su amor por los libros y las conversaciones trascendentales que tiene
con la protagonista son uno de los puntos fuertes de la novela.
Son muchas las
anotaciones que he ido realizando a lo largo de la lectura; pondré un par a
modo de ejemplo para no hacer una entrada interminable.
“Porque los libros
ayudan a vivir. A vivir mejor. A vivir de verdad.”
“El mejor regalo que puedo darles a los
demás es mi alegría. La alegría es la única papelera capaz de reciclar la
oscuridad, el peso de un corazón oprimido”
El estilo de la autora es una delicia,
utiliza un lenguaje muy cuidado y con pasajes que resultan incluso poéticos
creando una atmósfera de cuento.
Otro punto a favor de la misma es la
facilidad de descripción. Consiguiendo trasladar al lector a Nuba y a la
librería como si existieran en la realidad.
Si tuviera que sacar punta a algo quizá
sería que no he podido sentirme identificada en algunos puntos de la
personalidad de la protagonista. No tomo decisiones por impulso, y si me cuesta
ayuda decidir algo tan frívolo como qué vestido me compro ni te cuento lo que
tardaría en tomar una decisión que afectara en mi vida. No me veo dando vueltas
por mi habitación, cogiendo un libro, leyendo un párrafo al azar y allá que nos
vamos. Por no hablar de la locura transitoria de arrojarse a los brazos de un
desconocido. Igual es defecto profesional y veo psicópatas por todos lados pero
Brianda, hija, ¡un cafecico al menos!
Aun así a la protagonista le ha salvado
su amor por los libros y todo lo demás lo ha compensado con creces.
Ojalá
existiera Nuba para poder pasearme por su lago, dejarme caer por la Locus
Docendi para que Don Lorenzo me recomiende ese libro en concreto que necesita
mi estado de ánimo como si me dispensara un medicamento y sentir cosas tan
maravillosas como las que he sentido leyendo este libro.
Sí, lo recomiendo sin ninguna duda.
Besos