LA HERMANDAD. MARCOS CHICOT

La hermandad de Marcos Chicot

Editorial Duomo ediciones

474 páginas

MI OPINIÓN

De Marcos Chicot leí el año pasado El asesinato de Pitágoras, novela difícil de encuadrar en un sólo género y que me encantó. Ya al final de esa novela el autor nos regaló las primeras páginas de La hermandad, una especie de continuación del libro anterior pero que se puede leer sin problemas de manera independiente.

Esas breves páginas me dejaron con ganas de más, por eso cuando el autor me ofreció su nueva novela no dudé en aceptarla y hoy os traigo mis impresiones.

En primer lugar nos volveremos a encontrar con dos de los personajes más queridos de El asesinato de Pitágoras, Akenón y Ariadna, yerno e hija de Pitágoras. Los hechos ocurren unos años más tarde de dejar atrás la comunidad de Pitágoras e instalarse en Cartago.

Pronto Ariadna, dotada de una gran intuición, se dará cuenta que algo no marcha bien, algo que quedará claro en el momento en que reciba una carta de su padre y le descubra que su mayor enemigo ha vuelto.

Sin embargo en La hermandad Marcos introduce un nuevo hilo temporal que transcurre en la actualidad, cuyos protagonistas son Elena y Daniel, dos miembros de Mensa, una organización existente en la realidad, cuyos componentes están dotados de un coeficiente intelectual muy alto.

También para ellos los problemas comenzarán pronto, y se encontrarán inmersos en una lucha de poder de la que no eran conscientes hasta que todo dio comienzo. 

He de decir que en un principio la idea de partir en dos los hilos temporales no me gustó demasiado. En estos casos suelo tener problemas para conectar con alguno de ellos, normalmente el que se sitúa en la actualidad, que no terminan de despertar mi interés.

Sin embargo, lo que en un momento me pareció un desacierto, pronto dejó de serlo, pues en La hermandad me he encontrado uno de esos extraños casos en que el autor hace un gran trabajo por mantener la tensión del lector en ambos hilos temporales, de tal manera que no se pierde el interés por ninguno de ellos.

La prosa de Marcos sigue siendo sencilla, directa al grano, sin florituras, pero también cuidada. Aunque, para mi, lo que más cuida el autor es el planteamiento de fondo, en este caso sobre la influencia del cerebro y la captación de la personalidad. Una propuesta que gana también por la verosimilitud y el fondo de verdad que guarda y que Marcos tiene a bien explicarnos al final del libro.

Por último, y como señal de que me ha encantado es que a pesar de tener un final cerrado, he sentido que no me he cansado de sus personajes y que no me importaría leer más sobre ellos. Y eso es una muy buena señal. No siento que la historia este agotada lo que hará que la recuerde con mucho más cariño.

En definitiva, una vez más Marcos Chicot ha escrito un libro difícil de clasificar, adictivo y trabajado en cuanto al nudo del mismo. Muy recomendable. Como plus nos vuelve a regalar las páginas de su próxima novela y cuyo punto de partida parece muy interesante. Me he quedado ya con curiosidad.

Besos