Volver a Canfranc de Rosario Raro
Editorial Planeta
512 páginas
MI OPINIÓN
Hacía tiempo que quería leer Volver a Canfranc. Las historias sobre la segunda guerra mundial suelen ser ambientaciones que me gustan mucho en el mundo de la literatura y a esta se le añadía un plus, transcurrir dentro de un paraje tan cercano como la estación de Canfranc.
Laurent Juste, jefe de la aduana internacional de la estación de Canfranc, personaje inspirado en Albert Le Lay no solo lleva a cabo las actividades propias de su cargo si no que ha decidido aliarse con la resistencia y junto a otros vecinos, crea una red que se encarga de poner a salvo a cuantos judíos puedan, permitiéndoles el paso a España para poder coger barcos que los conduzcan al continente americano.
La historia principal me ganó, no solo por lo que ya he comentado si no por la sorpresa que para mi supuso el conocer que Canfranc fue un lugar desde el que se salvaron a muchas personas gracias al coraje de un puñado de personas que, enclavados en ese punto del pirineo aragonés, burlaron al miedo y decidieron poner el bien común por encima de la propia seguridad.
Laurent contará con la ayuda de Jana Balerma, camarera del Hotel Internacional de Canfranc, Esteve Durandarte, misterioso bandolero o el ayudante del panadero, personaje que me ha resultado más tierno.
Dada la historia que se nos proponía, antes de su lectura, me había hecho a la idea de que sentiría un nudo en el estómago mientras pasaba sus páginas. Sin embargo esto no ha ocurrido. No se si han sido las expectativas demasiado altas o que me ha faltado más tensión dramática o que no he sido capaz de sentir a los personajes de manera cercana. Yo quería cerrar el libro con pena de despedirme de ellos, como cuando no quieres que te arranquen del lugar en el que has permanecido durante la lectura, pero no fue así. La lectura me ha gustado pero no me ha emocionado lo que esperaba, me ha dejado con una sensación de faltarme algo.
Por otro lado la ambientación. Me ha parecido buenísima. Rosario consigue que te traslades totalmente a las dependencias de la estación y al pueblo de Canfranc, con su bar La serena donde los parroquianos se reúnen todos los días y ven desfilar a toda una amalgama de personas que van desde judíos huídos, jefes alemanes o miembros de la resistencia.
Otro de los puntos fuertes de la novela y que se llega a notar es la excelente labor de documentación que hay detrás de Volver a Canfranc, donde hasta el mínimo detalle esta cuidado y documentado con mimo.
En definitiva, Volver a Canfranc tiene muchos puntos fuertes a nivel de técnica, y que pese a que la he disfrutado, me hubiese gustado que me emocionara más. La prosa de Rosario es impecable y por ello seguiré atenta a sus próximas propuestas. Gracias por dar publicidad a un acontecimiento como el de la estación de Canfranc y sus gentes.
Besos