Baile de sol |
El hombre ajeno
Editorial Baile de sol
Páginas: 225
MI OPINIÓN
Llegué a esta novela gracias a la lectura conjunta organizada por Laky del blog Libros que hay que leer, a la cual quiero, desde aquí darle las gracias por su enorme generosidad a la hora de montar iniciativas con las que, al menos a mi, me tiene totalmente entretenida.
Adelanto ya que mi opinión es diferente a la mayoría de reseñas que han salido de los demás integrantes de la lectura.
Juan Linares es un joven licenciado en la carrera de Filología Hispánica que esta cursando un doctorado centrado sobre la persona de Héctor Meier, poeta y guerrillero salvadoreño. Mientras termina las últimas pinceladas del mismo se dedica a trabajar en un almacén de carga y descarga para poder hacer frente a sus gastos.
Juan vive un acontecimiento durísimo en su temprana juventud que le hará sufrir un cambio importante en su personalidad, volviéndose una persona más introspectiva, cerrada en sí mismo, y construyendo a su alrededor una coraza que hará, no solo que los demás no puedan realmente acercarse a él, sino que el mismo procurará no hacerlo con los demás.
La novela se divide en tres partes. La primera y la última tienen como protagonista a Juan, mientras que el interludio nos narra con forma de biografía novelada la vida del poeta Héctor Meier, personaje inventado por el autor y que me ha parecido muy interesante. Ese don de sacar lo bello desde lo horrendo me ha parecido una característica muy llamativa. Y es que Héctor es un poeta guerrillero, cuya obra se verá muy influenciada no solo por su infancia sino también desde su perspectiva de miliciano.
Juan, por su parte, es un personaje al que es difícil de llegar, una característica que no me ha llegado a molestar porque creo que forma parte de la propia dinámica de la novela en la que los acontecimientos marcan al protagonista y sus maneras de actuar en el hoy no son sino reflejos de lo acontecido en el pasado. Lo que si me ha chirriado un poco en él ha sido que en ocasiones algunas de sus aseveraciones me han parecido pedantes; hay circunstancias en las que parece que el esta por encima de todos los demás y eso no me ha terminado de gustar.
El hombre ajeno también encierra una dura crítica social a puntos tales como los trabajos basura, la precarización del trabajo y la alta preparación de los jóvenes que no encuentra consonancia después en los empleos a los que acceden, por debajo de la misma.
Así mismo David nos señala los problemas con el alcohol y las drogas, una juventud que ha entendido mal el concepto de carpe diem, y que viven el hoy y el ahora, pero mal vividos.
Por último también creo que existe un intento de hacernos ver como la violencia ha impregnado todas las capas de la sociedad hasta el punto de que no nos hemos dado cuenta y la hemos metido en nuestras casas con instrumentos que pueden parecer tan inofensivos como un video juego.
En cuanto a la prosa del autor, he de decir que me ha gustado mucho como escribe el autor. Utiliza un lenguaje cuidado y muy preciso, A veces, incluso demasiado, encontrándonos con alguna expresión que pierde naturalidad y resulta algo forzada. Nada que no se pueda pulir en próximas ocasiones.
A modo de crítica si que diría que me hubiese gustado que el interludio dedicado al poeta se hubiera integrado en el resto de la historia y no apareciese en un bloque distinto porque si puede parecer como que las dos líneas del argumento no tienen mucho que ver, cuando, en mi opinión, la casi obsesión de Juan por Héctor no es casual.
En conclusión una novela lenta. No te encontrarás en la misma grandes acontecimientos, ni un misterio que desentrañar. Más bien es un libro de gente normal, a cuyas vidas te asomas por unos instantes como si mirases por a través de una mirilla. Si tienes en cuenta esto y no te llevas a engaños, creo que es una novela de la que se puede disfrutar pausadamente.
Por último quería decir que no me ha gustado la polémica que se ha formado en torno a esta lectura conjunta. No me resultó cómoda y desde aquí solo tengo que decir:
Besos