Nosotros en la noche de Kent Haruf
144 páginas
Literatura Random House
MI OPINIÓN
Quizá Nosotros en la noche fue uno de los libros de los que más se hablaron el año pasado. Yo lo tenía apuntado hasta que empezó a caer en el olvido debido a algunas reseñas menos entuiastas. Y siguió ahí, en un rincón de mi mente hasta que hace unos días veo a Robert Redford en la televisión presentando la película basada en el libro en el Festival de Venecia. Y, claro, es Robert Redford, y una va a tener que ver su película, así que me dije que eran sólo 144 páginas y que no podían hacerme ningún mal. Bendita la hora.
Louis y Addie son vecinos de un pueblito de Colorado, ambos están viudos y han llegado a esa edad en la que parece que ya no se está vivo, que todo lo bueno que te ha podido traer la vida ya ha tenido que llegar, se ha entrado en la jubilación de las pasiones,d el amor y de la diversión. Ha parecido la soledad, esa soledad que golpea cada vez que, en la cama, sientes los pies fríos y el hueco que hay al otro lado donde no hay nadie para que te los caliente. Nadie a quien dar conversación antes de caer dormido.
Y eso es precisamente lo que Addie quiere evitar, ha decidido que no quiere pasar las peores horas del día, las que se suceden después del anochecer, sola. Y habiendo superado el miedo al qué dirán se planta en casa de Louis para proponerle dormir juntos.
Nosotros en la noche no vale para cualquier lector, no pasan grandes cosas y a la vez, de tapadillo, está pasando de todo. Es un libro de emociones silenciosas, de conversaciones a la media luz que da una lámpara de noche, es el amor tierno y sosegado que puede nacer en cualquier momento, son esos planes maravillosos que siempre se pueden seguir haciendo, que no tienen edad. Es un libro conmovedor, esperanzador y a la vez desgarrador. Me convertí en cómplice de este par desde el minuto uno, alguien que no se resigna a dejar pasar los días, que me demuestra que siempre, siempre, siempre se puede buscar VIVIR, así en mayúsculas, tenían que tener mi favor.
Ha sido una historia que se queda conmigo, a la que aún sigo dándole vueltas, a la que acudo para que me saque una sonrisa mientras me recuerda que no hay arroces pasados, que la felicidad puede seguir encontrándote en cualquier momento, a cualquier edad. Gracias Louis y Addie, podéis seguir hablando, esta vez apago yo la luz.
Besos