Vengo con 100 kg más (todos de orgullo retenido) a enseñaros la reseña que mi amiguico Dani ( ha hecho de El café de la juventud perdida de Patrick Modiano para la iniciativa Navidades Nobel.
Desde aquí mil gracias por dejarte liar y apuntarte (aunque sabes que no tenías alternativa) y por publicar en mi blog la que, estoy segura, será la mejor reseña del mismo. Estoy a la espera de que se inaugure el tuyo, que, por cierto, creo recordar que el plazo se acababa hoy, ¿no?...
Por último, aprovecho este momento para sacarte los colores un rato y decirte que me debes desde hace tiempo unas vistas espectaculares de Barcelona. No tienes vergüenza. Aun así, gracias por poner banda sonora a muchos momentos, las palabras de consuelo y por las risas a horas propias de gente poco decente.
Nada más, os dejo que disfrutéis con su opinión.
OPINIÓN DE DANI
A raíz de
conocer al ganador del Premio Nobel 2014 recibí un imperativo tuit de Carla del
blog Asteroide B612 para unirme a participar
en la propuesta llamada Navidades de Nobel, un homenaje a Patrick Modiano
organizado junto a Bego y a Mustis de Rustis
y Mustis Leen. La idea me pareció estupenda ya que desconocía totalmente al
autor y sus obras.
El libro
que elegí fue El café de la Juventud
Perdida, y para ser honesto, fue una elección al azar si tan siquiera leer
la sinopsis.
El
autor
Patrick
Modiano (se pronuncia Modianó) es un autor francés con una gran trayectoria y
unos cuantos galardones, como el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa
en 1972 y el Goncort en 1978, adicional al Premio Nobel de Literatura en el
2014.
Antes de
empezar su obra y a propósito de su “sorpresiva” premiación por la Academia de
Suecia,indago un poco en distintos ámbitos sobre la vida y los antecedentes del
autor, y es aquí donde aparecen un sinnúmero de eventos, curiosidades que marcan
la vida y obra de Modiano, una que me causó mucha gracia fue que la London
Library tiene un ejemplar de La calle de
las tiendas oscuras el cual no había sido solicitado por ningún usuario
durante ¡30 años!.
Lo
primero fue que me alegré de haber pillado una obra diferente al tema central
de sus principales libros: la ocupación nazi en Francia durante la Segunda
Guerra Mundial, y no por nada en concreto, sino simplemente para adentrarme en
un mundo diferente: el París descrito a través de los ojos de Patrick Modiano.
La
mayoría de sus lectores y críticos destacan que dentro de las principales
características quemarcan sus novelas están: su amarga relación con sus padres,
su animadversión a la época en que nació (nace en el 1945 año en que finaliza
la Segunda Guerra Mundial, llegó incluso a mentir diciendo que había nacido en
el 1947), lo muy ligado que estaba a su
hermano menor Rudy y lo que le afectó su muerte prematura (falleció a los 10
años de leucemia), y no menos importante el haberse marchado de casa a los 15
años y el tener que vivir y deambular por las calles de París subsistiendo a
través de las ganancias de robar libros raros para venderlo a coleccionistas.
De esa
infructuosa relación con sus progenitores, su padre era un judío que se presume
que colaboraba con la Gestapo y su madre era una belga que trabajaba para una
empresa alemana, Modiano encuentra la inspiración necesaria que serán la piedra
angular y uno de los rasgos autobiográficos que aparecen continuamente en un
gran número de sus novelas.
El haber
ganado el Premio Nobel lo ha puesto en el centro de atención de todos aquellos
que lo desconocíamos, a pesar de que muchas de sus novelas han sido publicadas
en castellano gracias a la editorial Anagrama y a una gran traductora como lo
es María Teresa Gallego Urrutia.
El
libro
Anagrama |
El café de la Juventud Perdida es una obra que nos
adentra en las calles de un Paríshasta cierto punto quimérico de la década del
60 y las andanzas de una enigmática mujer apodada Louki en un café del Barrio
de L’Odeón llamado Le Condé. Y es así donde se inicia un extraño relato desde
las diferentes perspectivas de varios narradores.
El tema central de esta novela es una intensa búsqueda de
identidad por parte de los personajes mientras los mismos recorren las calles
de una ciudad que nos transportan a fantásticas descripciones, que constituyen
numerosos guiños a lugares donde vivieron o que sencillamente fueron recorridos
sin rumbo fijo, creando una atmósfera imaginaria y de ensueño.
“Para mí Montmartre era el Tíbet. Me
bastaba con la cuesta de la calle Caulaincourt. Allá arriba frente
al Château Des Pouillards, respiraba por primera vez la vida”
Estas descripciones son, desde mi punto de vista, lo que
constituye la piedra angular de esta novela. A través de frases concisas en un
ámbito, hasta cierto punto surrealista, lugares que existen y no existen pero
que se quedaron vagando en mi mente. Ese París bohemio y onírico que todos queremos
conocer.
De los personajes decir que como la historia gira en
torno a Louki, los demás son parte de un engranaje que complementan la
narración sin llegar a destacar, pero tampoco a pasar desapercibidos.
Indistintamente todos persiguen un mismo fin, un mismo sentimiento.
Uno de
los personajes es una especie de tributo al escritor AngeBastiani, así como
diferentes guiños literarios a obras de Cesare Pavese, Isaac Asimov, John
Whyndham, Theodore Sturgeon, James Hilton, etc, todos ellos muy ligados al
género de la ciencia ficción y la utopía humanista.
He
disfrutado de ese fascinante universo imaginario parisino que me hizo deleitar
cada paseo por la ciudad.Sin embargo, reconozco que con la trama y los
personajes no pude establecer ningún tipo de conexión haciendo que por momentos
llevara una lectura en plan autómata (solo centrado en recorrer una y otra vez
ese París tan Modiano), lo de los personajes enigmáticos creo que esta vez fue
demasiado para mí.
A pesar
de todo, os invito a todos a que os adentréis a aventurarse en las páginas de
una novela corta y realizar un paseo dentro de una ciudad en la búsqueda de un
universo interno y externo de la mano de un autor vagabundo cuya pluma
encuentra la inspiración tanto en un café como en un despacho.
“¿Qué?. ¿Encuentra algo que la haga feliz?”
Me
despido con una canciónpara escucharla con los ojos cerrados imaginando a Louki
tarareando cada estrofa en una noche cualquiera mientras deambula delante del
Moulin-Rouge:
“It´shard to believe
That there’s nobody out there
It’s hard to believe
That I’m all alone
At least I have her love
The city she loves
Lonely as I am
Together we cry…..”
Red Hot Chilli Peppers- Under the bridge
https://www.youtube.com/watch?v=lwlogyj7nFE