lunes, 31 de diciembre de 2018

Los libros de 2018



Esta es una de las entradas que más me gusta leer todos los años. El resumen, la reflexión de lo que hemos leído. El echar la vista atrás y hacer balance lector. Qué me gusta a mi una reflexión.

En 2018 he leído un total de 62 libros. No es mucho comparado con los números de otros blog, pero no me quejo en absoluto. La vida ha decidido coger velocidad y me enorgullezco de controlarla a ratitos.

Este año viene marcado por descubrimientos lectores a los que quiero seguir la pista como a Llucia Ramis, de la que ya me he comprado todo lo que ha publicado hasta el momento y que caerá en 2019, o Marta Orriols que ha llegado para quedarse en mi rincón lector. Seguí acercándome a mi gran descubrimiento de 2017, Laura Ferrero, de la que ya he agotado todo lo publicado. Ahora me tengo que conformar con sus textos en Instagram, se ha convertido en una de mis cuentas favoritas.

2018 también ha sido el año en que he leído más clásicos siempre de la mano de mi partner in crime Teresa, y espero que 2019 siga trayéndonos muchas lecturas compartidas más. He sido mucho más consciente de lo que leía, he tratado de no tiranizarme excesivamente con las novedades y dejar un tiempo prudencial entre su boom y mi lectura porque las expectativas me han jugado alguna que otra pasada. Esto no he conseguido arreglarlo. También me he dado cuenta que me encanta un buen thriller o una buena novela negra de vez en cuando, pero que me he vuelto una lectora más lenta, que disfruto mucho más de las lecturas intimistas, y que me estoy haciendo un master que bien podría llamarse "El amor en la literatura". Y tan bien, oiga.

Me he vuelto también algo tiquismiquis y tacaña con eso de las estrellitas, y de los 62 libros leídos sólo diez me las han arrancado por una u otra razón. Imagino que querréis saber cuáles, así que os los presento por orden de lectura.



Creo que pocos libros tienen una frase tan poderosa al inicio como la de Rebeca. "Anoche soñé que volvía a Manderley", y así, con algo tan sencillo como esto, Daphne consigue atraparte para no soltarte durante toda la narración. Y si bien la frase inicial se lleva la fama, lo cierto es que todo el capitulo inicial es de lo mejor que he leído hasta el momento. De hecho, cuando acabé el libro, volví a él y me pareció más maravilloso si cabe. ¿Cómo se puede contar tanto, desvelar tanto y tan bien, y aun así mantener la intriga en el lector? El primer capítulo es atmosférico, gótico, pura magia. 


Kazuo sigue siendo uno de mis escritores favoritos. Los restos del día es la historia de las historias perdidas, todas esas sensaciones, sentimientos y vidas que decidimos no vivir, que ahogamos entre otras decisiones, que decidimos dejar atrás. Es una historia nostálgica, una novela que sin parecer que cuenta nada extraordinario, lo está contando todo. Es una historia de amor silenciosa, de amor a una profesión, de amor a una mujer, a un padre, de amor a una sociedad y a un modo de vida, pero a veces cuando amas tanto a tantas cosas lleva implícito renuncias. Y la renuncia siempre es triste, sobre todo para el que mira. 



Como ya he dicho me gusta disfrutar de una buena novela negra. Si hay una serie de libros que me tiene absoluta y completamente enganchada es esta, la serie Bergman, nunca defrauda, y aunque es verdad que algunos libros no tienen tanto ritmo como otros, lo cierto es que saben mantenerlo estupendamente y que el interés por las investigaciones y sus personajes no decae en ningún momento. 




La extraordinaria familia Telemacus es una novela plagada de humor bien hecho, una novela muy divertida y super disfrutable, donde el autor tampoco tiene miedo a tocar palos más sensibles y a jugar a los espías con el lector. A mi me encantó, y no dudo en recomendaros que os dejéis hacer el juego por esta familia tan especial. En verdad son extraordinarios.




Esta novela habla de la pérdida, de la unión con la tierra, con la posessió, el sentirnos parte de algo, de alguien, de la necesidad de tener anclajes,  de tener donde regresar, del pasado, pero sobre todo Llucia Ramis nos hace entender entre risas nada forzadas y párrafos para enmarcar con un cierto deje muy intimista que también somos lo que hemos perdido. Desaprovechamos muchas cosas, pero por favor, no dejéis escapar este libro.




"La vida consiste en transitar de un espacio a otro sin golpearse. De esta frase tan bonita como ilusoria derivaría el supuesto de que uno puede escoger cómo no golpearse. Pero en el amor esa posibilidad no existe. Es por eso que está aquí este libro y es de esos golpes  de donde surgen todas estas historias" MARAVILLA.



Betty Smith escribió una novela sobre los sueños, la lucha por conseguirlos, el sobreponerse a los duros golpes y las penalidades del día a día, y nos lo contó a través de los ojos de una niña que soñaba con prosperar mediante la educación, mientras leía en la escalera de incendios de su piso. Francie y su familia son personajes inolvidables.



Un mordisco en el corazón, eso supuso para mí Las tres bodas de Manolita. Un libro que me enamoró y que hubiera deseado que no acabara. Almudena me volvió a encandilar. 





Como aprender a hablar con las plantas es una historia del tira y afloja que mantiene alguien acabado con la vida. Como es la búsqueda de un asidero, del seguir adelante, del aprender a vivir de nuevo sin esa persona, y los problemas que esto nos plantea, porque hacerlo, encontrar el motivo para seguir significa el dejar ir, y creo que eso es lo que más nos cuesta a las personas que hacemos del apego a las personas nuestra seña de vida.



Cumbres borrascosas recoge una de las historias de amor más desgraciada, obsesiva, fea, poco romántica y visceral de la literatura. Una historia de amor que generará en uno de los personajes principales un dolor y oscuridad indescriptibles, que le llevará a la autodestrucción arrasando con todo lo que le rodee sin importarle ninguna de las consecuencias y sin atisbo de arrepentimiento.

Y hasta aquí mi balance de 2018. Espero que el 2019 me depare muy buenas lecturas y que pueda compartirlas con todos vosotros. 

Besos




lunes, 24 de diciembre de 2018

Aprender a hablar con las plantas | Marta Orriols


Aprender a hablar con las plantas de Marta Orriols
Lumen
256 páginas

MI OPINIÓN

Es una verdad mundialmente conocida que hacer reseñas de libros que te han enamorado es lo peor. Siempre corres el riesgo de quedarte corta, de no ser capaz de demostrar y hacer ver a los demás todo lo que esta historia tiene para ofrecer, pero aun así lo intentas, una y otra vez. Personalmente lo que suelo hacer es lanzarme, abrirme todo lo que puedo y volcar todo fuera. Suelen ser reseñas un tanto caóticas, pero cuando las acabo siento que me representan (desconfío mucho de esas personas que tienen todo el interior tan bien ordenado, sin contradicciones) y tampoco conozco otra manera de hacerlas.

Como aprender a hablar de las plantas es la primera de las novelas de una escritora que, junto a Laura Ferrero y Llucía Ramis se han convertido en mi gran descubrimiento de 2018. Es la historia del duelo de Paula,  una neonatóloga que a pesar de ser capaz de insuflar vida cuando parece que sólo lo puede hacer un milagro, no ha sido capaz de recuperar el aliento de su matrimonio. Que justo después de la conversación más devastadora de tu vida, en la que tu compañero te informa que te deja porque está enamorado de otra, éste  tenga un accidente y muera puede vivirse como una especie de traición tal y como lo siente Paula.

No caben los enfados, el tirarse cosas e incluso reproches a la cara, porque la muerte es rotunda, no deja fisuras por las que entrar, y no permite airear nuestros sentimientos, es un punto final de finales. 

Pero, para mí, más que la historia de una muerte, Como aprender a hablar con las plantas es una historia del tira y afloja que mantiene alguien acabado con la vida. Como es la búsqueda de un asidero, del seguir adelante, del aprender a vivir de nuevo sin esa persona, y los problemas que esto nos plantea, porque hacerlo, encontrar el motivo para seguir significa el dejar ir, y creo que eso es lo que más nos cuesta a las personas que hacemos del apego a las personas nuestra seña de vida.

Y eso es lo que más me ha tocado de Como aprender a hablar a las plantas, una novela en la que al final Paula lo que aprende es a hablar con Mauro, a desnudarse y a mantener esas conversaciones desde el centro, desde esa honestidad que no ha tenido en vida. A decir esas cosas que no ha visto o no se ha atrevido a  ver antes. 

Me quedo con esta novela en el corazón, que me lo ha arañado un poco, y con Marta Orriols en la lista de escritoras a las que seguir de cerca. 

Besos

lunes, 17 de diciembre de 2018

Los crímenes de Mitford | Jessica Fellowes


Los crímenes de Mitford de Jessica Fellowes
Roca editorial
400 páginas

MI OPINIÓN

En 1920 la enfermera de guerra de la Primera Guerra Mundial, Florence Nightingale Shore, recién desmovilizada por el fin de la contienda, decide pasar el resto de su vida en una casita de campo al lado del mar. Así se dispone a coger el tren en la estación Victoria que le lleve rumbo a la costa donde espera pasar unos días con su amiga Rosa. Esa será la última vez que se le vea con vida. Su cuerpo golpeado en el que aún hay un hilo de vida será encontrado en la parada de tren de Lewes Station. Morirá a los días en un hospital sin haber recobrado el sentido y poder explicar quién le ha atacado de esa manera tan despiadada.

La novela nos traslada a Londres donde nos presenta a Louisa Cannon una joven de dieciocho años pobre, huérfana de padre y cuya madre trata de sobrevivir como lavandera. Su tío, hermano de su padre, se ha aprovechado de ellas y ha sometido a Louisa para su propio interés. La situación llega a un punto en el que tiene que huir y es así como comienza su trabajo de niñera en la casa de los Mitford. Louisa se sentirá a salvo, comenzará una bonita amistad con la mayor de la familia, la señorita Nancy, pero su secreto le acompañará en todo momento, manteniéndola en vilo para que Lady Redesdale no sepa que anda huyendo de alguien que podría causarles problemas.

Cuando Nancy lea en el periódico el asesinato de la enfermera y conozca que Louisa estaba en el mismo tren por casualidad, se embarcarán en una investigación de aficionadas a las que se unirá Guy Sullivan, un miembro de la policía ferroviaria que no soltará el hueso ni cuando sus jefes le pidan que no siga investigando.

Los crímenes de Mitford es una novela de Jessica Fellowes conocida por sus libros sobre Downton Abbey, serie de la que soy una fan loca, me encanta todo lo que tenga que ver con ese period drama y que huela a la grandiosidad de esas propiedades, a la relación arriba-abajo entre los miembros de la casa, por eso no me ha costado imaginarme la mansión de los Mitford ni el trajín de los sirvientes, ni la actitud de los señores.

Es una novela basada en un hecho real, el asesinato sin resolver de la enfermera Florence Nightingale Shore en 1920, que conmocionó a la opinión pública y que ocupó periódicos de la época.

Los crímenes de Mitford me ha parecido una novela entretenida, que me ha gustado por su ambientación, y que al parecer da comienzo a una serie de novela de misterios por resolver que me apetece seguir descubriendo sin más pretensiones.

Besos

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Viajes dibujados | VV.AA


Viajes dibujados  VV.AA
Editorial Altair magazine
191 páginas

MI OPINIÓN

Para mi leer es viajar, así que si leo un libro sobre viajes, ¿viajo doblemente? No me lo pensé cuando vi este número especial de Altair Magazine, un compendio de catorce historias ilustradas que recogen catorce viajes reales de sus autores. Se trata de un nuevo concepto, el periodismo a través de la vileta, del dibujo, de la ilustración, que permite al lector acercarse de una manera más visual, entretenida y más cercana las distintas realidades, a veces durísimas, que nos encontramos cuando viajamos.


El estilo de las historias es completamente distinto, algunos mezclan la técnica de collage, otros las viñetas, acuarelas, inclusión de fotografías, dibujo... Desde luego la propuesta estética es de lo más interesante


Entre las historias también hay diferencias, algunas me han calado más que otras, pues no deja de ser un libro de relatos pero en formato novela gráfica. Nos encontramos con periodismo ilustrado puro y duro que nos lleva a un campo de refugiados para contarnos las historias reales de varios de sus ocupantes, como nos lleva al Líbano para hacernos viajar en la Línea 4 fiel reflejo de la realidad social.


También nos encontramos con historias más amables, o que en principio lo parecen, sobre la idea de turismo y el concepto de turista, como a veces perdemos la esencia de los lugares por ver aquello que otros nos han marcado como imperdible, aunque a nosotros, por no ser fieles a nosotros mismos no nos lo parezca.



Las que más me han gustado han sido esas historias que me han permitido reconocer otras realidades, ponerme cara a  cara con otras personas que han podido despertar en mí algún eco, y que me han trasladado a otros lugares en los que nunca habría estado.





Al final de eso trata la literatura.


Besos

lunes, 10 de diciembre de 2018

Mujercitas | Louisa May Alcott


Mujercitas de Louisa May Alcott
Penguin Clásicos
792 páginas

MI OPINIÓN

Hace años leí una versión adaptada de Mujercitas, no me había acercado al clásico completo nunca, y era una espinita que tenía clavada. Por eso en nuestra lectura mensual de clásicos que hago con Teresa, y como me tocaba elegir a mí en el mes de noviembre, aproveché la ocasión y nos embarcamos en su lectura. Lo cierto es que guardaba un buen y tierno recuerdo de este libro así que me apetecía repetir experiencia.

Mujercitas se ambienta en plena Guerra de Secesión en EE.UU, cuatro hermanas junto a su madre y su cocinera tratan de superar la triste realidad que las rodea, mientras su padre está en el frente. Todas ellas van a tener que aceptar la nueva situación económica de la familia, ya que se verán privadas de lujos y necesidades que antes no tenían problema en cubrir. 

Las hermanas March son cuatro jóvenes adorables que tienen en común el amor hacia su madre, un personaje fuerte que siempre estará al lado de sus hijas. Meg, Jo, Beth y Amy tienen caracteres de lo más dispares, cada una tiene sus propios valores y sus defectos bien definidos. El principio de Mujercitas me resultó un tanto ñoño, las hermanas me parecieron tan buenas que resultaban irreales, y el tono de la lectura demasiado buenista.

Sin embargo, conforme avanzaba en la trama empezó a envolverme hasta el punto que lo terminé en dos días. Es cierto que contiene mucha moralina, y la religión tiene un papel importante, casi excesivo en la historia, pero atendiendo la época en la que fue escrito, nada que deba sorprender.

Creo que Mujercitas, la historia en sí, se disfruta más haciendo una lectura joven, con la edad tengo la sensación que una se fija más en otros aspectos del mismo, como el feminismo intrínseco en la novela, la fuerza del personaje de Jo, y las similitudes de su obra con la vida de la autora. Por ello esta relectura ha resultado diferente a lo que esperaba, porque he conseguido con ella ver aspectos nuevos de una historia en los que no te paras cuando la lees de joven, donde quizá disfrutes más de la trama y de sus personajes pero no hagas una lectura tan analítica de la misma.

Besos



lunes, 3 de diciembre de 2018

Nada más real que un cuerpo | Alexandría Marzano-Lesnevich


Nada más real que un cuerpo de Alexandría Marzano-Lesnevich
Libros del Asteroide
376 páginas

MI OPINIÓN

Brutal. Me pegué casi quince días diciéndole eso a mis compañeros de trabajo cuando me preguntaban qué tal el libro que me estaba leyendo. Eso mientras me lamentaba por la falta de tiempo, o de organización, yo ya no se, que me impedía dedicarle horas largas de lectura. Nada más real que un cuerpo es la historia de dos personas que tan poco tienen que ver aparentemente como son la autora, Alexandria Marzano y el pedófilo y asesino Ricky Langley. Alexandria conoció la historia de Ricky durante un verano, mientras realizaba la pasantía en un despacho de Nueva Orleans famoso por su lucha contra la pena de muerte. En su primer día le ponen el vídeo de Ricky donde confiesa haber matado y abusado de un niño de seis años, delito por el cual fue condenado a la pena de muerte, aunque haya conseguido mediante el recurso de la sentencia la pena de cadena perpetua. Alexandría contempla el vídeo, y al finalizar el mismo se sorprende a sí misma deseando que ese hombre muriera. ¿Qué hace que una activista contra la pena de muerte, en su primer día, cargada de ilusión, desee la pena de muerte de uno de sus defendidos?

Pronto descubriremos que la razón de su reacción impulsiva es que ella, al igual que el niño asesinado por Ricky, también sufrió abusos sexuales por parte de su abuelo. Durante cinco largos años tuvo que soportar como ese hombre abusaba de ella y sus hermanas mientras hacía de canguro. Una vez que decide romper el silencio, descubre que sus padres, ambos abogados, en vez de acudir a la policía, deciden arreglarlo dentro de la familia, modificar sus horarios para evitar que vuelva a pasar, mantener una buena relación con el abuelo, haciendo que no ha pasado nada y sepultarlo todo en un silencio atronador que provocará en la autora mucho más daño que el que se pretendía evitar.

Por otro lado, el otro hilo narrativo lo forma la historia de Ricky Langley, un personaje en cuya historia se sumerge la autora con la esperanza de poder aceptar su pasado y mirar más liberada al futuro. Su argumento se centra en las exhaustivas investigaciones sobre su vida que se hicieron durante los largos años en los que se sucedieron tres juicios distintos para condenarle finalmente a cadena perpetua. Y aquí radica la única pega que le pongo al libro, y es que creo que la autora nos escatima el mejor momento, su cara a cara con Ricky, del que, a pesar de decirnos que se produce, nada nos cuenta del mismo. 

Quizá se deba a que en el fondo, Nada más real que un cuerpo no deja de ser la lucha por la liberación del peso del pasado de una persona, de la búsqueda del perdón como liberación para la persona que lo otorga y una manera de dejar por escrito, con una voz fuerte y clara, lo que durante tantos años ha tenido que callar como si sólo ella se acordase. 

Besos

lunes, 26 de noviembre de 2018

Las tres bodas de Manolita | Almudena Grandes


Las tres bodas de Manolita de Almudena Grandes
Tusquets
768 páginas

MI OPINIÓN

Un mordisco en el corazón, eso ha supuesto para mí Las tres bodas de Manolita. Un libro que me ha enamorado y que hubiera deseado que no acabara. Almudena me ha vuelto a encandilar. Leerla es volver a casa, es un chocolate caliente entre mantas en una tarde de otoño. Eso es lo que siento cuando la leo.

Descubrí a Almudena Grandes gracias a mi tía Reyes. Es su escritora favorita, y con el tiempo pasó a ser también una de las mías. Los Episodios de Una Guerra Interminable es una de las series de libros que espero con más ansia. Hace cuatro años me regaló Las tres bodas de Manolita y decidí dejarlo para otoño, que es mi estación favorita y porque siempre he relacionado a Almudena con él. Al final han sido cuatro otoños los que le he hecho esperar. Y la espera ha merecido mucho la pena.

Unas multicopistas tienen la culpa de una de las historias de amor más bonitas que he leído nunca. Manolita, hermana de un comunista convencido vive los primeros años de la guerra civil española entre las reuniones clandestinas que se celebran en su casa. Se ha ganado el apodo entre los amigos de su hermano de "La señorita conmigo no cuentes" puesto que nunca se ha querido involucrar en política. Sin embargo con la toma de Madrid y el comienzo de la posguerra, no le quedará más remedio que hacer frente a una multitud de problemas que se le irán planteando día a día, con la sensación de que Dios, no sólo aprieta si no que también ahoga.

Pasará los días entre los múltiples trabajos que tendrá que coger para poder sacar adelante a esa familia de la que se ha convertido en cabeza sin que sea el tiempo natural para ello. Comenzará así mismo una rutina de visitas a la cárcel de Porlier, primero para visitar a su padre y después a Silverio, un joven más bien feo, que es todo un prodigio con las máquinas, y al que el destino le unirá irremediablemente.

Las tres bodas de Manolita es la historia también de los niños esclavos del fascismo, hijos del enemigo que redimían las penas de sus padres, trabajando sin salario en colegios de órdenes religiosas y de las familias que vivieron en el Cuelgamuros o El valle de los caídos mientras sus maridos, o padres participaban en la construcción del mismo mediante trabajos forzosos. Ambas historias me han fascinado ya que no conocía absolutamente nada de esto, antes de leer esta novela.

Como digo, me ha encantado regresar a las letras de Almudena Grandes, leerla es una sensación reconfortante, a pesar de la dureza y crudeza de los hechos que relata. Siento sus libros como un abrazo. Deseando hacerme con Los pacientes del doctor García, aunque ya voy avisada que no es como su predecesora.

Besos

lunes, 19 de noviembre de 2018

La buena vida | Jay McInerney


La buena vida de Jay McInerney
Libros del asteroide
429 páginas

MI OPINIÓN

Hay novelas con hechos desencadenantes poderosos y La buena vida es un claro ejemplo de ello. Jay McInerney se vale del atentado del 11 de septiembre en Nueva York, cuando dos aviones tripulados por sendos terroristas se estrellaron en las torres gemelas, causando la muerte a miles de personas. Es en este momento cuando las vidas de Corrine y Luke experimentan un punto de inflexión dando lugar a una nueva vida.

Las grandes catástrofes tienen un componente de renacimiento importante, son acontecimientos que nos hacen plantearnos nuestra propia vulnerabilidad. La idea totalmente palpable de que hoy estoy aquí, pero mañana no lo tengo garantizado. El minuto siguiente de mi vida, ni siquiera lo ésta. Por eso ante estas vicisitudes, es imposible no plantearse qué tal se está manejando uno mismo con su propia vida. Preguntarse si ésta tiene sentido, si se está haciendo lo que se quiere o siguiendo la estela programada por alguien más, un camino marcado por ideas preconcebidas y erróneas. Es en estos casos cuando esa pregunta tan importante y que de normal brilla por su ausencia en ese vivir aletargado que a menudo nos caracteriza, nos explota en la cara para interpelarnos si de verdad somos felices, si estamos donde queremos estar. 

Eso mismo es lo que les ocurre a nuestros protagonistas después del atentado. Sus vidas se pondrán patas arriba, enfrentándose a situaciones que hasta el momento ocurrían de manera soterrada, en silencio, pero que ese acontecimiento que inevitablemente afecta al que lo sufre de cerca, hará que suban de volumen haciéndolo ensordecedor. Corrine y Luke tendrán que lidiar además de con esos viejos problemas, con el amor que nace en las ruinas de la zona cero, cuando parece que el peor momento para que surja ese tipo de sentimiento no puede ser otro que ese, en el que se supone que hay que agarrarse a los tuyos, y a la certeza de lo real. 

La ambientación y los personajes de fondo son muy interesantes a la hora de analizar lo que ocurrió y cómo se vivió en la pequeña sociedad que constituyen los habitantes de Manhattan. El autor pone el ojo en esa tribu para que la realidad golpee más al lector, contraponiendo la frialdad de los habitantes de la zona más cosmopolita del mundo con la crueldad del atentado.

La buena vida es un libro sobre los grandes cambios, sobre cómo la vida se abre paso incluso en la peor de las situaciones. Es un ensayo sobre la condición humana, la supervivencia, el seguir adelante a pesar del miedo, el pensar que nada puede ser igual que antes, sobre la mentira y la culpabilidad, sobre el vacío de algunas vidas y el cómo nos empeñamos en cometer los mismos errores una y otra vez. 

Besos

lunes, 12 de noviembre de 2018

Siempre hemos vivido en el castillo | Shirley Jackson


Siempre hemos vivido en el castillo de Shirley Jackson
Editorial Minúscula
204 páginas

MI OPINIÓN

No es nuevo hablar por aquí de las andanzas de Teresa y mías, pero esta me hace especial ilusión porque es una de nuestras tradiciones (bueno llevamos dos años haciéndolo, pero cada uno define tradición como quiere, ¿vale?) que más me gustan. Ambientamos la habitación la noche de Halloween y leemos un libro juntas. Geográficamente separadas, nos vamos mandando audios a través de WhatsApp y comentando el libro en cuestión. El año pasado... Digamos que no fue lo que esperábamos, porque el relato que elegimos, lejos de darnos miedo, acabó con nosotras llorando literalmente de la risa y mandando audios inteligibles entre risotadas. Pero este año iba a ser nuestro año. Íbamos a pasar miedo de verdad, al menos yo, que soy la miedosa de las dos.

Así que cuando llegué a casa, dejé atrás la tarde lluviosa (no podía hacer un tiempo meteorológico más perfecto, bueno... quizá unos truenitos...), encendí velas, enchufé las lucecitas del cabecero de la cama, ahuequé almohadas y me preparé para nuestra sesión terrorífica de lectura. El elegido de este año era Siempre hemos vivido en el castillo de Shirley Jackson y yo me esperaba una novela de terror gótico que me dejara dormir pero sufriendo antes algún escalofrío.... Sin embargo no fue lo que esperaba, lamentablemente.

No se si fueron las expectativas altas, si me había hecho una idea preconcebida totalmente inexacta o si fue un "no eres tú, soy yo", pero Siempre hemos vivido en el castillo me dejó un poco como estaba.
Reconozco que tiene una voz narradora poderosa, Mary Katherine Blackwood, que vive con su hermana Constance, su tío Julián y su gato Jonas. Pronto nos hará partícipes de que hace seis años el resto de su familia murió en extrañas circunstancias, y desde entonces viven prácticamente enclaustrados en la casona familiar, lejos de los ojos escrutadores de los vecinos del pueblo que son realmente crueles.

La ambientación es muy buena, consigue trasladarnos a un ambiente opresivo, donde la reducida familia ha implantado sus propias normas reduciendo al máximo el contacto con el exterior, utilizando en algunos puntos una narración oscura, en las que se dicen las cosas sin decir.

Mi problema con Siempre hemos vivido en el castillo es que siento que no ha rematado, que ha dejado multitud de hilos sueltos que, creo, hubieran dado mucho juego a la historia, quedando desaprovechados y dejándome con la sensación de haber leído una historia a medias. Cerré el libro y mi audio a Teresa fue: "no se qué decirte, me he quedado un tanto fría". Esperaba mucho más de esta novela, de hecho esperaba algo diferente, por eso creo que no he terminado de disfrutarla.

Las opiniones contrarias a la mía son mayoritarias, por eso os recomiendo que les echéis un ojo y que, si os apetece, os forméis vuestra propia opinión sobre Siempre hemos vivido en el castillo. El año que viene... A la tercera va la vencida.

Besos 



lunes, 5 de noviembre de 2018

Las uvas de la ira | John Steinbeck


Las uvas de la ira de John Steinbeck
Alianza editorial
683 páginas

MI OPINIÓN

A Teresa y a mí nos encanta embarcarnos en nuestros propios retos, por eso nos dejamos engañar tanto la una a la otra. La última de nuestras grandes ideas ha sido la de leer en común un clásico al mes juntas. Cada vez elige una, y el mes de noviembre Teresa dió el pistoletazo de salida con uno de esos clásicos que siempre me han dado un poco esa sensación de sí pero no. Las uvas de la ira, era uno de esos libros que quería leer por todas las buenas opiniones que había visto sobre él, pero que no pensaba que me fuera a gustar tanto como lo hizo, me daba cierto respeto y a la vez su sinopsis me parecía deprimente.

El libro está ambientado en Estados Unidos en la época tras el crack del 29, con la Gran Recesión de fondo. Tras esta gran crisis, coincidiendo con la mecanización del trabajo del campo, los bancos se quedaron con las tierras, procediendo a expulsar a los arrendatarios de las mismas, de tal manera que millones de habitantes de la zona centro de Estados Unidos se vieron obligados a emigrar hacia California donde la esperanza de encontrar un trabajo digno les impulsaba en el camino. Concretamente Las uvas de la ira nos narra la emigración de una de esas familias, la familia de los Joad que, al completo, venden sus cosas y emprenden camino hacia el oeste donde, según unos folletos, se necesita mano de obra para recoger fruta. 

Durante todo el viaje empaticé tanto con los personajes, que a pesar de la crueldad del entorno y de la realidad estuve todo el libro deseando que tuvieran un golpe de suerte y que las cosas, de una manera u otra, les fueran bien. Esta novela es una historia triste, oscura, cruel en algunos puntos, pero, sorprendentemente y esto es algo que hablaba con Teresa durante su lectura, me ha parecido un libro tierno, esperanzador y positivo.

Steinbeck nos muestra lo peor del ser humano, como, en circunstancias difíciles, uno se puede volver en contra del vecino dejándose llevar por el hambre y el miedo, pero también nos deja ver lo mejor del mismo, como se reconocen entre iguales, como se tienden la mano unos a otros, y como la unión siempre hace la fuerza; nos va señalando la salida, la luz al final del túnel, aunque algunos no la quieran ver. Y eso me ha parecido todo un mensaje tranquilizador.

Los personajes en este libro son brutales, todos, desde el primero hasta el último, tienen algo que decir, y de una manera u otra me han ganado, pero desde luego me quedo con dos. Tom, el primero de los Joad al que conoceremos y que creo que es uno de los pilares fundamentales de la familia. Por encima de todos, brilla con luz propia Madre Joad, un personaje que no tiene nombre pero cuya hoguera interior va a ser difícil de olvidar; Madre es el motor de la familia, es la que coge las riendas de ésta y la mantiene en movimiento, obligándoles a continuar, a no desfallecer y rendirse, a buscar la solución aunque parezca imposible de encontrar. Es uno de los personajes más briosos, infatigables y férreos que he conocido en la literatura.

Y si fueseis personas horribles y me obligaseis a quedarme con un momento del libro, ese sería su final. No voy a olvidarlo nunca. Un final tierno, íntimo, desgarrador y a la vez ilusionante, lo peor y lo mejor del ser humano condensado en un momento.

No hubiera elegido las Uvas de la ira por muchas razones, por eso agradezco enormemente a Teresa que ella lo hiciera por mi. Espero tener muchos descubrimientos literarios a la altura de éste en nuestra pequeña aventura.

Besos

miércoles, 31 de octubre de 2018

Un árbol crece en Brooklyn | Betty Smith


Un árbol crece en Brooklyn de Betty Smith
Debolsillo
504 páginas

MI OPINIÓN

Confieso que me costó entrar en este Brooklyn de comienzos del siglo XX. Una resistencia que me pesó, puesto que este clásico de la literatura norteamericana, llevaba en mis estanterías esperando su momento mucho tiempo y tenía mis expectativas altas. Sin embargo, persistí, y Un árbol crece en Brooklyn se ha convertido en un imprescindible, una lectura inolvidable y Francie, en una amiga que me acompañará siempre.

Corren tiempos difíciles para los vecinos de Brooklyn en los años previos a la Primera Guerra Mundial. El hambre y la miseria golpean con dureza a esos habitantes, la mayoría hijos de inmigrantes europeos que pretendían conseguir el sueño americano. Sin embargo, en muchas casas se respira la desilusión, se divisan los futuros rotos. Algo que, pese a la dureza de la vida y los reveses de la misma, no ocurre en casa de los Nolan. Allí la pobreza les ha moldeado el carácter para convertirles en supervivientes, donde saben muy bien cómo mantener la llama de la esperanza viva, y donde Francie ha aprendido a soñar a través de los libros que coge prestados en la biblioteca,  consiguiendo ver oportunidades en todos los problemas, y aferrándose con fuerza a sus sueños, mientras escucha cantar a su entrañable padre.

Esta novela está compuesta de retazos, recordándonos lo que de verdad importa, el encontrar la felicidad en las pequeñas cosas, como en unas flores colocadas con cuidado en un jarrón, o como el sabor de la preciada leche condensada, el apretón de manos de la tía Sissy cuando nadie más parece entender o el abrazo de Neeley cuando se le tiende la mano. Un árbol crece en Brooklyn está lleno de olores, de sabores, de sonidos que recrean tan bien una época y un lugar que la misma ciudad se convierte en un protagonista más, a la que aprenderemos a amar y a mirar con ojos distintos y atentos.

Betty Smith escribió una novela sobre los sueños, la lucha por conseguirlos, el sobreponerse a los duros golpes y las penalidades del día a día, y nos lo contó a través de los ojos de una niña que soñaba con prosperar mediante la educación, mientras leía en la escalera de incendios de su piso. Francie y su familia son personajes inolvidables.

No os la perdáis. Así, sin más. Besos



lunes, 29 de octubre de 2018

El maestro de las sombras | Donato Carrisi


El maestro de las sombras de Donato Carrisi
Duomo ediciones
384 páginas

MI OPINIÓN

Hoy vengo aquí a hacer una reclamación. Quiero que Donato me devuelva las horas de sueño que me ha robado con la lectura de El maestro de las sombras. Hacía tiempo que una lectura no me absorbía tanto. Es cierto que últimamente estoy con libros de corte más intimista, pero de vez en cuando me sienta de lujo un buen thriller, sobre todo si es tan disfrutón como el que nos ha regalado Donato.

La oscuridad ha llegado a Roma, un apagón eléctrico y tecnológico se impone para tratar de controlar la situación después de las lluvias torrenciales que han desbordado el Tíber. Sin embargo, las sombras se preparan para tomar la ciudad y establecer un nuevo orden de terror y sumisión al Maestro de las sombras. Parece que la profecía de Pío X, que estableció en su bula que Roma "nunca, nunca, nunca" podía quedarse sin luz, ha llegado, se está cumpliendo y las consecuencias parecen imprevisibles. 

Marcus, mi cura penitenciario favorito, se despierta dentro de un foso, esposado y sufriendo una amnesia que le impide recordar cómo ha llegado allí, quién le ha puesto en esa situación y le ha sometido a semejante tortura. Sandra, la fotógrafa forense, también se verá involucrada en los siniestros acontecimientos que están a punto de ocurrir en la ciudad eterna.

Donato es todo ritmo, utiliza una cadencia que no da tregua, y me mantuvo tres días obsesionada con el momento de llegar a casa y poder ponerme a leer. Hace que una situación tan rocambolesca como la que se nos plantea parezca completamente posible e incluso probable, le compré todo, y ninguno de sus giros me pareció artificioso. Si que es cierto que el final me lo olía, pero no dejé de disfrutarlo por eso, al revés me pareció un magnífico broche para el tercer libro de una saga, que si bien no creo que plantee problemas en leerlo de manera independiente, mi recomendación es que se haga en orden, para no perderse en la historia de los personajes y poder seguir mucho mejor la dinámica de los mismos, con todas las luces y sombras de cada uno.

Así que he pasado mucho sueño durante tres días, pero han sido unas horas muy bien invertidas, que me han dejado con unas ganas locas de que haya muchos más libros sobre Marcus. Donato es ya uno de mis autores de thrillers favoritos, y espero con impaciencia que me siga robando muchas más horas de sueño. Donato, te las perdono.

Besos

lunes, 22 de octubre de 2018

Siete sitios sin ti | Juan Berrio


Siete sitios sin ti de Juan Berrio
Dibbuks
112 páginas


MI OPINIÓN

Nunca suelo dejaros por aquí las impresiones que me causan las novelas gráficas que leo porque siempre pienso que no se contarlas, carezco de los conocimientos técnicos para hablar del dibujo y, siendo éste una parte tan fundamental de la lectura, me parece que quedarían cortas. Sin embargo, hoy no me he podido resistir a traeros esta novelita que me enamoró nada más verla y que después de leerla tengo la sensación de que me ha calado mucho por lo que cuenta y cómo lo hace, llegando con su historia a unos espacios en los que sólo he estado con libros de unas cuantas páginas más.

Siete sitios sin ti es una novela gráfica sobre sentimientos, es la historia de una ruptura sentimental, con todo lo complicado que puede ser expresar estas situaciones sin caer en la cursilería o el dramatismo, y mucho más jugando tan sólo con el dibujo. 



Elena, nuestra protagonista, decide abandonar la casa en la que convive con su novio y los padres de éste. Una pareja siempre ausente, que ya no parece verla, con unos horarios incompatibles y en los que la soledad pesa mucho en la decisión de ella de apartarse. La vemos abatida, pasando esas noches de insomnio y de desasosiego que van de la mano de este tipo de finales. Pero también es una chica resuelta, que no se queda quieta, que trata de seguir avanzando apoyándose en los de siempre, tratando de volver a conseguir estar a gusto consigo misma. 

Siete sitios sin ti es una obra con muchos silencios, es introspectiva y no puedo dejar de valorar la dificultad que supone trasladar algo así al papel. El dibujo es sencillo, con un fondo crema que se repite a lo largo del cómic, cada uno de los capítulos tiene un color predominante, hasta llegar al rojo final, donde Elena parece coger fuerza y, tras haber madurado la decisión, decide añadir nuevos capítulos a su vida.


En definitiva, que no puedo dejar de recomendaros esta delicia, se que a muchas de las que os dejáis caer por aquí os encantaría, y además me parece un regalo muy delicado y estupendo para cualquier ocasión. 

Besos



lunes, 15 de octubre de 2018

Las luminarias | Eleanor Catton


Las luminarias de Eleanor Catton
Siruela
806 páginas


MI OPINIÓN

Las luminarias es la exitosa segunda novela de Eleanor Catton, ganadora del prestigioso premio Man Booker Price de 2013. Sólo he necesitado cinco años para adentrarme en esta gigantesca historia que ,ya sólo por su número de páginas, resulta intimidante.

Es difícil hablar sobre este libro, ponerle una etiqueta, puesto que creo que son muchas cosas en una. Puede parecer una novela histórica ambientada en plena fiebre del oro en el pueblo Neozelandés Hokitika, un asentamiento reciente sobre suelo maorí, pero que ya a mediados del s. XIX, contaba con hoteles, mansiones y una cárcel, donde muchos peregrinaban en busca de un golpe de suerte que les permitiera empezar de nuevo. 

Las luminarias también es una historia sobre misterios. Nos lo pone en bandeja cuando el lector asiste al desembarco en una noche oscura y de tormenta de un tipo llamado Walter Moody; todavía exaltado por la visión que ha tenido en la bodega del barco en el que ha llegado a la costa de Hokitika, se refugia en la sala de fumadores de uno de los hoteles de la zona, donde pronto se dará cuenta que ha interrumpido  una reunión muy importante y al parecer secreta entre doce hombres que no pueden resultar más dispares. Pronto se ganará su confianza, lo que nos permitirá conocer de primera mano, la razón de tan extraña congregación.

Tres son los hechos que los han llevado a unirse. La muerte de un ermitaño que vive aislado en tierra adentro, la desaparición de uno de los empresarios con más futuro de la ciudad y el supuesto intento de suicidio de una de las prostitutas de Hokitika. Los tres acontecimientos han ocurrido en la misma noche y todos tienen razones para creer que, lejos de ser casual, están interconectados. Además, pronto nos daremos cuenta que, de una u otra manera, todos han contribuído a la consecución de los mismos, en una suerte de tela de araña que los atrapará.

Por último, Las luminarias es una historia de amor que se toma 800 páginas para desenmascararse, para demostrar su verdadera cara y dejarnos con un final que seguirá dando vueltas en la cabeza del lector mucho tiempo después de cerrar sus páginas.

Me ha gustado este libro, el estilo de Eleanor Catton me ha dejado con la boca abierta, esa manera de construir personajes, de presentarlos, la manera de hilvanar la historia, esa forma de contar una historia dentro de otra historia, dentro de otra, como si de una matrioska se tratara, como juega con el lector, me ha parecido un ejercicio de escritura merecedor del galardón que recibió la novela.

Sin embargo no es un libro que recomendaría a la ligera. No se lo pone fácil al lector, le cuesta adentrarse, tiene un inicio muy lento, y no es hasta bien adentrada en la lectura cuando te das cuenta que, casi sin querer, estás pendiente de la historia y que quieres saber más. La veintena de protagonistas tampoco ayuda, y, aunque la estructura astrológica me ha parecido muy original, reconozco que esos saltos en el tiempo al principio despistan y cuesta hacerse a los mismos.  

Si lo tuyo son las novelas victorianas, y no eres impaciente, si te gusta que te enamoren lentamente, si no tienes prisa y estás dispuesto a dejar que te sorprendan, Las luminarias es para tí.

Besos

lunes, 8 de octubre de 2018

Un fin de semana | Peter Cameron


Un fin de semana de Peter Cameron
Libros del Asteroide
243 páginas

MI OPINIÓN

Cuando Lyle decide pasar un fin de semana con sus viejos amigos John y Marian, en la casa de campo de éstos, acompañado de su nueva pareja, Robert, no puede saber que las cosas no serán ya igual. O quizá si lo supiese y por eso decidiese que era el momento de volver.

Lo que está claro es que el fin de semana que estas cuatro personas pasarán a unos kilómetros de Nueva York, rodeados de naturaleza, será especial para todos. Quizá se deba a que es el aniversario de la muerte de Tony, antigua pareja de Lyle, y el hermano y cuñado de John y Mariam, respectivamente. Eso hará que asistamos a la manera que cada uno tiene de afrontar la nueva situación de acoger en sus vidas la presencia de un extraño.

Un fin de semana habla de muchas cosas, de la pérdida, del duelo, de enfrentarse al continuo girar de la vida sin importar que haya personas que, por muy importantes que sean en nuestras vidas, ya no están, del aceptar el cambio, de la crueldad y violencia soterradas cuando las cosas no son como nos gustaría, del miedo de decir lo que pensamos por alejar a las personas, aunque nos demos cuenta de que eso las aleja aún más... Un fin de semana habla también del amor, del ideal que tenemos sobre el mismo, y el del día a día, de construir muros, literal y metafóricamente, del placer de las buenas conversaciones, de la literatura y de las artes, de la necesidad de las mismas para seguir plasmando la solución a los problemas de siempre, una salida, un acierto de luz.

La novela está compuesta por unos personajes que, a pesar de la brevedad de la misma, están maravillosamente perfilados. Unos personajes cambiantes, que se nos presentarán con una suerte de máscara de la que se irán despojando poco a poco; Un Lyle que no sabe seguir en su vida, que no acepta que está totalmente perdido y que no acierta a dar con la forma de recuperar una ilusión que ha perdido desde la muerte de Tony, ¿o la perdió mucho antes?. Marian, esa mujer que trata de ser perfecta, de que todo salga como ella quiere, que todo a su alrededor esté en orden, pero es ella quien más desorden genera a su alrededor, creyendo saberlo todo cuando lo único que hace es proyectar su caos interior y contagiar todo con su propio miedo y pánico hasta que consigue asfixiar al propio lector. John es alguien reservado, no en vano se haya construyendo un muro en su huerto, reflejo de la manera que tiene de esconderse de todos, de alejarse de lo que no le gusta sin enfrentarse, sin hablar, sin exponerse. El detonante de toda esta historia es Robert, un joven pintor que asiste perplejo a este baile de personajes y que no puede evitar acabar herido por una situación  que no ha previsto, culpable, tal vez, de forzar a decir algo que no quiere escuchar. Sin embargo, ¿no lo convierte esto precisamente en el más valiente de todos ellos?

Un fin de semana es como estar dentro de una de esas películas en las que lo que predominan son los diálogos intelectualmente interesantes alrededor de una mesa. Me ha recordado a las películas de Richard Linklater, con su famosa trilogía de Antes del amanecer, sobre todo en esa manera de contar sin necesidad de señalar, con la dificultad que eso supone en la literatura donde no se pueden apreciar las miradas de los personajes, pero que Peter Cameron sabe solventar tan bien. A mi me ha gustado, pero reconozco que es un libro que requiere cierta sensibilidad especial, que el lector se deje mecer por las letras y que esté dispuesto a tratar de entender qué es lo que de manera velada está sucediendo.

Besos

lunes, 1 de octubre de 2018

Regreso a tu piel | Luz Gabás


Regreso a tu piel de Luz Gabás
Planeta de libros
526 páginas

MI OPINIÓN

Regreso a tu piel llevaba esperándome años en la estantería, y este verano por fin le tocó turno. Necesitaba una historia amable, que no me hiciera pensar mucho en esos días de calor infernal y lo conseguí.

Brianda comienza a encontrarse mal, parece que su vida ha decidido ponerse patas arriba, descolocarse de golpe y darle unos cuantos empujones en la dirección que parece correcta. Así, huyendo casi de sí misma, tratando de encontrar la paz y la energía que parece que le han abandonado, viajará al pueblo de su madre junto a su tía Isolina y su tío, que no sabe por qué le despierta cierto rechazo, Colau. Allí conocerá a Neli por la que pronto sentirá mucho cariño y a Corso que parece que ha llegado para poner orden en su historia.

Pronto se dará cuenta que lo que le pasa va más allá de un simple cansancio o una mala racha, y que quizá viene de mucho atrás, siglos atrás. Concretamente de la época en la que Brianda de Lubich comenzó a entender que su vida también se desmoronaba.

Regreso a tu piel traza una historia en dos hilos cronológicos en los que seguimos a sus propias protagonistas y sus azarosas vidas, llenas de dolor y de un amor que rompe toda racionalidad. Sin embargo me ha sido imposible conectar igual con ambos tiempos, sintiéndome mucho más atraída por la Brianda de 1585 y los múltiples personajes que la rodean. Su historia me ha emocionado  y convencido mucho más, ya que la que sucede en la actualidad me ha parecido artificial, llegando incluso a sentir que simplemente era la excusa o el vehículo para contarme la realmente importante.

Leer a Luz siempre es un placer, sus libros están muy bien escritos, con un lenguaje musical sin entorpecer la lectura. En esta ocasión la autora se ha dejado llevar por un escrito antiguo en el que se deja constancia del registro de tesorería del Concejo de Laspaúles con los gastos extra del campanero, el verdugo y la taberna los días de de las ejecuciones de varias mujeres incluídas en una lista y que fueron ahorcadas por brujas en 1592. Siempre me han interesado estos procesos que a menudo son sintomáticos de una sociedad que sufría cambios profundos, hambre, miedo y ansiedad. Por eso creo que la parte antigua me ha gustado tanto, porque refleja fielmente lo que pudo pasar en muchos pueblos en aquellos años.

En definitiva, una historia amable, que me ha llegado a emocionar a pesar de que una de sus partes no ha conseguido convencerme. 

Besos

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