Crimen y castigo de Fiódor M. Dostoievski
Alba editorial
640 páginas
MI OPINIÓN
No pasará a la historia como la mejor decisión de la vida de Teresa el leer Crimen y castigo en pleno mes de junio... No es un libro para leer en plena ola de calor. De hecho es uno de esos clásicos "difíciles" y, quizá por falta de bagaje lector, me ha costado leerlo. El esfuerzo en sí ha merecido la pena, pero me ha dejado exhausta.
Crimen y castigo es una obra sobre un asesinato, la razones para cometerlo y los remordimientos posteriores. Raskólnikov es un joven estudiante que debido a la falta de recursos económicos ha tenido que dejar de lado temporalmente su carrera universitaria, cayendo en una situación depresiva que le lleva a planear un asesinato, en principio, para conseguir recursos económicos suficientes para poder contar con un golpe de suerte que cambie su destino de una vez por todas.
Tras haber dado el paso que llevaba tiempo preparando y matado a una vieja usurera, el protagonista se sume en una enfermedad provocada por la creencia de que los demás sospechan de él, acabando por caer en frecuentes delirios que le llevarán en más de una ocasión a temer por un fatal desenlace. La novela está llena de constantes monólogos psicológicos de los personajes, de ríos de pensamientos de los mismos sobre lo que en ese momento les preocupa o está pasando por su cabeza, es la historia del remordimiento, de la necesidad de expiación y de las verdaderas razones que llevan a una mente enferma a cometer determinados actos.
Crimen y castigo es uno de los clásicos más importantes de la historia de la literatura, y uno de los más influyentes. Desde luego numerosos autores posteriores se han visto inspirados por la pedazo historia que escribió Dostoievski. La psicología de los personajes es una obra maestra, está escrito con mucha destreza, y lleno de una profundidad que me ha tenido abrumada durante su lectura.
Me debato. Desde luego soy capaz de ver la gran novela que he tenido entre manos, pero siento que la he "sufrido", me ha costado un esfuerzo enorme leerla ya que requiere de una concentración total, me ha dejado agotada y salgo de ella con la sensación de que seguramente se me han escapado mil cosas. ¿La recomiendo? Claro. Es un libro que hay que leer en algún momento de la vida, pero es necesario encontrarle su momento, tener las ganas y la batería llenas y saber que es un libro exigente con el lector. Y por favor, no lo leáis cuando los termómetros estén explotando.
Besos