Después del descanso veraniego del blog, descanso más que necesario, os traigo unas breves impresiones de las que han sido mis lecturas veraniegas.
Todo lo peor de César Pérez Gellida
Suma de letras
606 páginas
Cada vez disfruto más llegar tarde al boom de los libros. Una de las cosas que he descubierto que más me lastraban a la hora de leer eran las expectativas, tanto las altas como las bajas, cada vez me costaba más alejarme de lo que gente en cuyo criterio confío mucho decía sobre esos libros. A menudo me preguntaba si ese libro me había gustado tanto porque me dejaba llevar por la ola de entusiasmo o porque de verdad me había encantado, y viceversa. Sí, pienso demasiado, ya me lo dicen. Por eso ahora o dejo enfriarlos, sobre todo las novedades, o los leo antes de acercarme a ninguna reseña.
Lo primero es lo que hice con Todo lo peor, la continuación de Todo lo mejor de César Pérez Gellida. Dejar dormir las altas expectativas. En ella volvemos a la Alemania de antes de caer el muro, estamos asistiendo al resquebrajamiento de un orden antiguo, una lucha de poderes entre espías de distintos servicios secretos que comienza por localizar un objetivo que les puede ayudar en la carrera de armamento nuclear de las distintas potencias pero que amenaza con convertirse en una tela de araña que atrape a todos. Por otro lado tenemos a Armando Lopetegui, que junto a los entrañables y sufridos Brigit y Otto, intentará dar caza a un asesino en serie que trata de aniquilar a homosexuales cumpliendo con un mandato obtenido directamente de Dios.
El estilo de las novelas de César se mantiene, una narración cruda, con golpes de humor ácido, y un ritmo constante, aunque no siempre trepidante. Me ha gustado. Veremos que trae próximamente el autor.
Todo lo que muere de John Connolly
Tusquets
424 páginas
Todo lo que muere estaba desde hace años entre mis pendientes. Siempre da un poco de vértigo ponerte con una serie tan amplia de libros y que además te la han recomendado tanto gente de la que te fías mucho. ¿Y si no te gusta? Tampoco pasaría nada, pero a todos nos gusta elegir bien las lecturas.
Todo lo que muere es la primera parte de la serie policíaca de Charlie Parker. Birdman para los amigos. Bird ha perdido a su mujer y a su hija a manos de un brutal asesino en serie que ha torturado y acabado con la vida de las dos personas más importantes de nuestro protagonista. El hecho de que mientras eso ocurría el se estuviera emborrachando es un peso que no se podrá quitar fácilmente.
De momento Charlie ha empezado a enderezar de alguna manera su vida. Expulsado del cuerpo de policías de Nueva York acepta trabajos de detective por encargo, aunque de momento parece que estos trabajos le generan más problemas que otra cosa. Y por si fuera poco El viajante, el asesino de su mujer y su hija, ha decidido volver y comunicarle que va a volver a matar.
Podemos entender Todo lo que muere como dos libros en uno. La primera parte en la que Parker intentará encontrar a una joven desaparecida a la que la suerte no parece haberle sonreído demasiado hasta el momento, me pareció algo precipitada, poco trabajada en cuanto a trama. Me dio la sensación de que ponía sobre la mesa muchos temas que después gastaba poco tiempo en resolver o lo hacía de manera descuidada.
Sin embargo la segunda parte, el momento en que El viajante cobra protagonismo y Bird decide ir a por él, me ha parecido brutal, sucia, me ha mantenido completamente absorbida y encadenada a sus páginas.
Ya tengo el segundo libro de la saga esperando, supongo que con eso lo digo todo.
Mentiras consentidas de Hjorth & Rosenfeldt
Planeta
558 páginas
Si, me encanta esta serie de libros y no, no había leído todavía la sexta novela. Estaba esperando su momento, y el olvidarme de las olas de calor sucesivas que vivimos en agosto me pareció el oportuno.
En esta ocasión Bergman que parece el ave Fénix vuelve a recalar en la Unidad de Homicidios aunque en esta ocasión por vueltas del destino. Persiguen a un violador en serie que esta aterrorizando a Uppsala, descubrir por qué y su modus operandi conforma la investigación principal de Mentiras Consentidas.
Hace ya tiempo que aunque las investigaciones me entretienen, la verdad es que son las historias secundarias de la evolución de los protagonistas las que me tienen completamente enganchada y emocionada por leer el siguiente paso que estos dos autores tengan a bien enseñarnos. Lo último que se es que aún no se han puesto a trabajar en ello, así que mi impaciencia va in crescendo, sobre todo con ese final que nos han regalado...
La desaparición de Stephanie Mailer de Joël Dicker
Alfaguara
656 páginas
Y con este puse fin a mi temporada intensiva de novela negra. La verdad es que no fue un broche de oro...
De Dicker había leído La verdad sobre el caso Harry Quebert en el verano que salió. Lo cierto es que de la misma recuerdo la sensación de estar completamente absorta en su lectura, no poder dejar el libro y trasnochar mucho para acabarlo. Y eso mismo es lo que buscaba con esta nueva novela de Joël Diker, pero desafortunadamente no es lo que encontré.
La desaparición de Stephanie Mailer me pareció largo, que le sobraban páginas, había descripciones que se me hicieron muy pesadas y las licencias literarias utilizadas por el autor para dar giros a la trama y reconducir la investigación policial que hay en el libro, me parecieron forzadas, algunas de hecho tramposas e incluso en ocasiones absurdas.
No consiguió el propósito para el que lo leí, no me sentí en ningún momento atrapada por la lectura. Lo acabé sólo por saber si había acertado con el asesino con la esperanza de que todo mejorase en el capítulo siguiente.
La desaparición de Stephanie Mailer fue un libro que sin más... De todo tiene que haber, pero ¡que mal sienta no acertar!
Besos