Intuición de Elisabeth Norebäck
Editorial Planeta
507 páginas
MI OPINIÓN
No soy madre, pero intuyo que un hijo debe doler mucho... Mi abuela lo llamaba dolor de entrañas, ubicaba ese dolor en un punto indeterminado del pecho. Yo pensaba que era dolor de tripa o de estómago, pero no, ella sabía que lo que sentían sus hijas cuando sus hijos tenían algún tipo de problema era el mismo dolor que ella había tenido tantas veces antes, dolor de entrañas. No me puedo imaginar el tormento que puede suponer perder a un hijo, que desaparezca, y más si es por un descuido propio. Eso es lo que le ocurre a Stella, la protagonista de Intuición, una madre adolescente que pierde a su hija Alice en un breve descuido. Nunca se encontró su cuerpo, por ello jamás ha olvidado, ni perdido la esperanza de encontrarla con vida.
Más de veinte años después de su desaparición Alice entra en la consulta terapéutica de Stella. Sin embargo, aunque ella tiene claro que es su hija, Alice dice llamarse Isabelle. A partir de este momento nos sumergiremos en el constante desasosiego de la protagonista, buscando la verdad, tratando de no caer de nuevo en los problemas psicológicos que le llevaron a estar ingresada en un centro psiquiátrico tiempo atrás, cuando también creyó haber encontrado a Alice.
La historia esta narrada desde tres puntos de vista. El de la propia Stella, el de Isabelle y el de Kerstin, la madre de ésta, que ve como su hija cada vez está más alejada de ella. La trama de la novela resulta algo inquietante, pero yo he tenido algún problema con la manera en la que está narrado. No soy la mayor de las fan de los libros contados en primera persona del presente. Me chirría el tiempo verbal, e inmediatamente se me hace una narración simplona. Pero esto es un problema completamente subjetivo, me saca de la historia o, al menos, me cuesta adentrarme en ella.
Los personajes, sin que hayan llegado a dejarme huella, creo que están bien perfilados, están dotados de su propia historia de fondo que se va desentrañando conforme avanza el libro. El ritmo es constante, de hecho me lo leí en dos sentadas que pude aprovechar para leer. No sentí que decayese en ningún momento y agradecí los giros que va dando la historia, aunque alguno de ellos me hiciera poner los ojos en blanco y otros se me hicieran previsibles.
Intuición no marca un antes y un después en el género del thriller, aunque tampoco creo que lo pretenda. No aporta nada nuevo, pero eso no impide que sea un libro totalmente disfrutón. Ideal para pasar un rato entretenido y olvidarte de todo por unas horas.
Besos