Bienvenidos seamos todos

Nada, ¡ya estoy por aquí! Solo me ha costado decidirme un añito, jeje

Pero primero me presento. Muchos ya me conoceréis porque llevo bastante tiempo pululando por vuestros blogs , pero para los que no, soy Carax, una joven mañica a la que siempre encontrarás con un libro en la mano. En los últimos años, la mayor parte del día serán códigos de leyes, pero no puedo pasar un día sin sacar un rato para la lectura de ocio que tenga entre manos. Me siento rara cuando no lo hago, de hecho, cuando las obligaciones mandan, y tengo que apartar esos momentos de lectura, ando como alma en pena por todas partes, quejándome a todas horas y es que me falta la lectura. Creo que por eso mis padres opinan que soy adicta a los libros. No lo discuto. Por ahora esta adicción no es socialmente reprochable así que en casa la única pega que empiezan a ponerme es el espacio que ocupan los libros.

En mi casa, en general, no se lee en abundancia, así que creo que la afición me viene de fuera. Concretamente de mi abuelo Juan, que a pesar de las dificultades que tuvo que pasar hace no tantos años como nos gustaría pensar, aprendió a leer y escribir en la escuela de noche. Siempre ha sido un hombre con unas inquietudes culturales increíbles a pesar de sus circunstancias, por eso me alegro que su afición por la lectura me haya "tocado" a mi. 

Y de abuelo, en abuelo, porque, aunque ahora ya no esté cerca de mi, el "culpable" de mi afición voraz y desmedida la tuvo mi yayo Rafael. Yo estaba cansada de leer los cuadernos de lecturas que mandaban en el cole, quería un libro de verdad, así que mi padre me trajo un librito que se titulaba "Cuentos de hadas", era muy fino, y me lo leí en una tarde. Me acerqué a mi padre y le dije que quería otro, que esta vez hiciera el favor de traerme uno gordo y que lo quería ya. Mi padre se quedó a bolos y me soltó el rollo de que ahora no podía ser, que para otro día y el "lo hago por tu bien, no puedes tener todo lo que quieras cuando lo quieras" bla bla bla. Obviamente me fui llorando. Esa misma tarde, al salir del colegio me estaba esperando mi abuelo con lo que en ese momento me pareció un tochazo de libro. Era precioso, de hecho, sigue estando siempre a la vista en mi habitación. Y desde entonces hasta ahora, libro que quiero, libro que tengo que tener.

Descubrir el mundillo de los blogs ha sido para mí muy gratificante. He conocido a mucha gente como yo, que les encanta arañar minutos al reloj para disfrutar con un buen libro. Por eso la idea de crear uno propio y compartir mis lecturas me tentaba muchísimo. Lo que más me ha echado para atrás hasta ahora ha sido que yo no puedo llevar el ritmo lector que llevan muchos de los blogs que sigo. Soy opositora a tiempo completo y con ese gran proyecto en mi vida 1.0 se hace complicado encontrar horas para leer todo lo que me gustaría. 

Sin embargo, de un tiempo a esta parte, en el que las cosas se han puesto realmente difíciles, la necesidad de     tener un hueco mío donde escapar y relajar la mente se ha hecho muy evidente. Y también tengo que agradecer a personas como mis amigos Alvaro o Emma el empujoncito que me dieron para terminar por decidirme. 

Un blog, al final, es algo muy personal, no es un trabajo ni una obligación, es algo que tienes que disfrutar, y yo disfruto lo mismo que una persona que lee tres libros a la semana. Nadie va a estar encorriendome para que lea más horas o publique mil reseñas, así que relajada ya con ese punto, me he aventurado. Espero poder seguir conociendo a muchísima más gente, disfrutar de la experiencia, y sobretodo compartir, que en esencia es de lo que se trata.

Bienvenidos, poneos cómodos, estáis en vuestra casa

Besines

Pd. Un saludo muy especial a mis queridas cuatro primeras seguidoras, que llevan un mes esperando a que publicara esta entrada. A ver quien puede decir que su blog, sin tener ningún contenido ¡¡ya tiene seguidores!! Jaja No se me olvidará, ¡gracias, muchísimas gracias!