miércoles, 12 de junio de 2013

TERRITORIO COMANCHE


Alfaguara



Título: Territorio comanche
Autor: Arturo Pérez-Reverte
Páginas: 136

SINOPSIS PROPORCIONADA POR LA EDITORIAL

Para un reportero en una guerra, territorio comanche es el lugar donde el instinto dice que pares el coche y des media vuelta; donde siempre parece a punto de anochecer y caminas pegado a las paredes, hacia los tiros que suenan a lo lejos, mientras escuchas el ruido de tus pasos sobre los cristales rotos. El suelo de las guerras está siempre cubierto de cristales rotos. Territorio comanche es allí donde los oyes crujir bajo tus botas, y aunque no ves a nadie sabes que te están mirando.

IMPRESIONES

Antes de comenzar la reseña tengo que advertir que cuando se trata de mis autores favoritos, pocas veces, por no decir ninguna, diré que me hayan defraudado. Les tengo un cariño especial, y quizá, por eso puedo no ser especialmente objetiva con ellos.

Pérez-reverte es un ejemplo. Leo todo lo que publica, incluida su columna de los domingos.

De vez en cuando me gusta coger un libro de los escritos por uno de mis autores de cabecera y siempre me gusta el reencuentro.

En este caso elegí Territorio Comanche. Hacía poco había visto el documental de "Los ojos de la guerra" que os recomiendo encarecidamente y al hilo del mismo Reverte habló en twitter de esta novela. Se me antojó y la leí hace poco.

Territorio Comanche es Reverte en estado puro. En una entrevista que le hicieron al autor este comentaba que escribió la novela como una manera de conjurar los fantasmas de la guerra, esas imágenes que le acompañaban desde sus años de reportero de guerra.

El libro consta de cuatro partes y el estilo es crudo, directo y en muchas ocasiones plagado de fina ironía.

El protagonista es Barlés, reportero de guerra, en el que no cuesta ver reflejado al propio Pérez-Reverte.

Barlés va narrando una situación en la que su compañero, el cámara Márquez, trata de captar la imagen del derrumbamiento de un puente de Bijelo Polje por el impacto de una bomba.

"Márquez cojeaba desde quince años atrás, cuando iba con Miguel de la Cuadra y se cayó por un precipicio  con dos eritreos una noche sin luna, cerca de Asmara. Los dos guerrilleros murieron y él estuvo medio año parapléjico, en un hospital, con la columna vertebral hecha un sonajero, sin mover las piernas y cagándose en los pantalones del pijama. Había salido adelante a base de voluntad y redaños, cuando nadie daba un duro por él. Ahora, cada vez que aparecía en la redacción, la gente se apartaba y lo miraba en silencio. No es que Márquez fuese la guerra. Sus imágenes eran la guerra."

A lo largo del libro también recuerda a otros compañeros como Gervasio Sánchez, Manuel Ortiz, Fernando Múgica o Hermann Tercht entre otros.

Todo el libro es una crítica descarnada hacia el propio ser humano, origen de las mayores atrocidades que se han cometido a lo largo de la historia. No solo por sus acciones, sino también por la indiferencia de otros que han permitido que se produzcan sucesos vergonzosos, crímenes de guerra contra las personas sin que nadie haya hecho nada por evitarlo; y para mostrar un ejemplo no hace falta retrotraerse a la II Guerra Mundial, siendo especialmente dolorosa la guerra de Kosovo, ocurrida hace bien poco.

Dentro del libro también se critica el periodismo politizado y a los políticos ineficaces incapaces de solventar algunos de los conflictos que aparecen en el libro.

"-¿Qué significa "gastos varios, doscientos dolares"?
-Pues significa exactamente gastos varios: un par de propinas, unos litros de gasoil, unos huevos en el mercado negro...
- No veo la factura del gasoil
- es que allí hay una guerra, ¿sabes? La gente no tiene facturas. No tiene de nada.
- ¿Y eso de los huevos?
- Una alegría que decidimos darle a Márquez por su cumpleaños... Compramos media docena para que le hicieran un pastel, y cada huevo vale diez marcos alemanes en Sarajevo.
- ¿Mil pesetas el huevo?
- Casi
- Pues Televisión Española no os paga los huevos
- Eres un cabrón Mario
- Lo soy, en efecto. Pero cumplo órdenes. La consigna es ahorrar, porque luego a los jefes les dan la bronca en el Parlamento... Por cierto, aquí dice: "cuarenta dólares de un bidón de gasoil confiscado por los serbios". No especificas en qué circunstancias y por qué fue confiscado.
- Lo fue a punta de pistola y porque en Bosnia hay mucho hijoputa. Casi tantos como en Televisión Española."

"Casi nunca intentaba explicarlo. Él era un reportero, y a la hora de trabajar Dios solo existe para los editorialistas. El análisis se lo dejaba a los compañeros de corbata, en la redacción, o a los expertos que salían explicando factores geoestratégicos con grandes mapas coloreados como fondo y a los ministros que asomaban la sonrisa en el informativo de las tres, muy atareados en Bruselas, hablando siempre en plural, nosotros hemos, nosotros vamos a, nosotros no podemos tolerar. para Barlés, el mundo se reducía a planteamientos más  simples: aquí una bomba, aquí un muerto, aquí un hijo de la gran puta. En realidad era siempre la misma barbarie: desde Troya a Mostar, o Sarajevo, siempre la misma guerra."

De la lectura de la novela se puede desprender la falta de humanidad, y la poca fe en el ser humano. Sin embargo, aunque solo sea por no caer en  un abismo, sigo creyendo en él. Creo que existen personas buenas, que hacen que esto merezca la pena. Y creo que siguen existiendo personas valientes para ponerle voz e imagen a las atrocidades para que al menos, las mismas no se produzcan en la más absoluta de las impunidades. Eso me devuelve la fe y la esperanza.

Con esta reseña participo en el Mes Guerrero de Libros que hay que leer y Momentos de silencio compartido


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12 comentarios:

  1. Lo leí cuando estudiaba periodismo y, además, Pérez Reverte dio una conferencia en mi facultad por aquella época, así que guardo un buen recuerdo del libro. Crudo, como es siempre Pérez Reverte, pero bueno. ¡Gracias por traerlo hoy a mi memoria!
    Besos

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  2. Hola cielo muy buena la reseña, no conovia este libro pero tiene buena pinta. besos

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  3. y a mí que este autor se me resiste.... no sé por qué motivo pero me cuesta mucho animarme con sus libros, creo que solo he leído uno y eso que tengo casi todos en casa
    besos

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  4. Yo también siento cierta debidilidad por Pérez Reverte. Hace años que leí esta novela y me enganché a ella por lo que contaba y como lo contaba. Un beso.

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  5. Lo tengo en casa pero no lo he leído porque es el que menos me llama la atención de todos los libros de un autor que, hace tiempo, fue m favorito
    Besos

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  6. Le tengo ganas a esta novela. Ahora ando con el Capitán Alatriste y luego iré a por la última del autor pero este caerá también tarde o temprano...
    Besos,

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  7. este es de los que menos me han gustado de Pérez Reverte, aunque reconozco que no soy muy fan del autor...
    Besos

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  8. A mi me gusto, pero reconozco que más la película, por que me encanta Carmelo Gomer. Lo tengo por casa. Me lo apunta para una relectura.
    Gracias. Besinos..

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  9. No he leído nada de él y soy un autentico desastre porque es el autor favorito de mi hermana y no hace más que recomendarmelo. Espero animarme con él pronto.
    Estoy de acuerdo con tu último párrafo.

    Un beso!

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  10. De Pérez Reverte solo he leído La reina del sur y en líneas generales me gustó, aunque tampoco para tirar cohetes. Después lo intenté con La tabla de Flandes y sencillamente no puede con él así que no he vuelto a animarme con este autor.

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  11. No lo conocía, aunque la verdad es que no soy muy fan del autor...

    Besotes

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  12. Pues no he leído nada de él, pero tengo muchas ganas y éste tiene muy buena pinta.
    Me llevo la recomendación:)
    1beso!

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