HASTA LA CIMA DE LA MONTAÑA

Destino

Título: Hasta la cima de la montaña

Autor: Arne Dahl

Traducción: Mónica Corral y Martin Lexell

Editorial: Destino

Páginas: 453

ISBN: 978-84-233-4693-6

Precio: 19 €

Autor

Arne Dahl es el pseudónimo con el que el autor sueco Jan Arnald firma las novelas policíacas que le han dado fama internacional. En los últimos años ha entusiasmado al público y a la crítica con las novelas que protagoniza el inspector de Estocolmo Paul Hjelm con las que ha ganado premios como el Palle Rosenkrantz de 2004 (Dinamarca), el Silverpocket en 2005 (Suecia) y dos veces el Deutschen Krimipreis (Alemania).

Sinopsis proporcionada por la editorial

En plena celebración de un partido de fútbol, un joven es atacado con una jarra de cerveza en un popular pub de Estocolmo y muere allí mismo. Parece un crimen sin importancia, al menos hasta que entra en juego la intervención del Grupo A, la unidad especial formada por detectives de élite para la resolución de crímenes internacionales, disuelta desde el último caso. La investigación se asigna a Paul Hjelm y Kerstin Holm. Conforme interrogan a los testigos, Hjelm y Holm empiezan a darse cuenta de que había algo más tras una escena del crimen aparentemente accidental. Además de estar conectados con unos crímenes ocurridos en Suecia durante el verano, en un futuro cercano, un ataque terrorista entra en escena. Ese caso pondrá a prueba la eficacia del Grupo A, dándoles, al final, una segunda oportunidad.

Mi opinión

Hasta la cima de la montaña es una novela negra que por momentos se me ha hecho algo dura por los temas que trata.

El Grupo A es una división especial de la policía Sueca que tiene como competencia perseguir delitos internacionales.

Como ya os indiqué en el “Me encontrarás con…” se trata de la tercera entrega de una serie de libros que tienen como principales protagonistas a los miembros de ese grupo especial. En este caso nos encontramos ante el reencuentro del grupo, ya que por motivos que desconozco al no haber leído los anteriores, los disolvieron.

No ha supuesto un problema excesivamente importante el no haber leído las entregas anteriores, pero sí que es cierto que lo he notado, no solo por no saber las razones por las que los disolvieron porque además para ellos es un tema tabú, sino también porque desconozco muchas de las relaciones personales entre los protagonistas. Moraleja: está bien ser tan quisquillosa y leerse las series de libros en orden.

El Grupo A se enfrenta en esta ocasión ante un delito con distintas ramificaciones que incluyen, narcotráfico, xenofobia y nacismo así como pedofilia. Es con este último con el que más problemas he tenido a la hora de seguir leyendo por lo desagradable  y horrible que me resulta.

A pesar de haber adivinado la conexión existente entre todas esas ramas, no he dejado que disfrutar con el libro y querer avanzar en él.

El estilo del autor es directo, cortante, no se anda con rodeos y, a pesar de que existe mucho dialogo, no abusa de este. Lo que si casi me vuelve loca es tanto nombre raro, pensaba que no iba a ser capaz de diferenciar a los protagonistas con semejantes nombres… Por no hablar de las calles, ¿de verdad allí se pueden dar indicaciones de cómo ir a un sitio? Estos suecos…

Son muy interesantes las reflexiones que lanza el autor (que obviamente pone en boca de uno de sus personajes) sobre la xenofobia y el racismo creciente en la sociedad. Me ha hecho pensar y plantearme si no es un problema puntual y reducido a pequeños grupúsculos si no que es un problema social más de fondo y que va ganando terreno silenciosamente.

Por último, ya os dije que la portada fue lo que hizo que me decantara por este libro, pero es que ahora, después de leerlo y saber su significado cuasi poético, me gusta todavía más. Ya no me siento tan frívola.

Una novela negra entretenida, con la dosis justa de velocidad, compleja en cuanto a su trama y que hace pasar un rato muy entretenido. No voy a salir corriendo a hacerme con los anteriores, pero no descarto darles una oportunidad más adelante.

Esta reseña corresponde al grupo de redactores de Momentos de silencio compartido. Desde aquí gracias a la Editorial Destino por el envío del libro y a Lectora de tot y Nora Bosco por hacerlo posible y su amabilidad siempre.